Los más interesantes mercadillos navideños de la Europa Central

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Los mercadillos navideños de la Europa Central que se celebran a partir de finales de noviembre están llenos de maravillosas oportunidades para comprar regalos y decoraciones. Y es que no hay nada como una Navidad en estos mercadillos, con la combinación de las castañas asadas, el aire frío, el embriagador perfume del vino caliente y el aroma de pino, los brillantes regalos hechos a mano, la emoción de los niños…

La ciudad universitaria de Munster, al norte de Alemania, tiene un casco antiguo circular repleto de hermosas y majestuosas casas de estilo barroco. El mercado navideño se celebra en tres lugares distintos, con lo que la visión que tendremos de su centro histórico será especial. Cada mercadillo tiene su sección de artesanía representativa, y se puede comer y beber en los puestos que semejan cabañas de madera.

Una de las mejores compras que podemos realizar aquí son las tradicionales tazas utilizadas para servir el típico Glühwein, vino caliente. Un paseo en torno a sus mercados nos hace posible comprar algunas de estas tazas, cada una con diferentes motivos. También se puede comprar el propio vino en los puestos, así ya vais surtidos.

Al borde de la región de Baviera y a orillas del Danubio se halla la ciudad de Ulm, que alberga uno de los mejores mercadillos navideños de Alemania. Se sitúa en el casco antiguo de la ciudad, a los pies de la enorme catedral. Si vais en tren sólo tenéis que seguir unas pequeñas callejuelas para encontrarlo. Incluye tiovivos para los niños y un pesebre con animales vivos. Hay puestos en donde venden fabulosos adornos para nuestro árbol navideño. Y, por supuesto, las tazitas.

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El mercadillo navideño de Bratislava, la capital de Eslovaquia, es un poco más pequeño que los mercados alemanes. Se celebra en la plaza principal, en el centro histórico, junto al fabuloso edificio gótico del Ayuntamiento, del siglo XIV. Los puestos son luminosos y alegres, con sus techos de lona rojos y blancos. El mejor momento para visitarlos es justo después de su apertura a las 10.00 horas, ya que por la noche suelen estar un poco llenos. Aquí os aconsejaría comprar las muñecas tradicionales y los productos de vidrio.

Budapest, la capital húngara, tiene un especial mercadillo navideño en la plaza central de la ciudad, la Vörösmarty Tér, donde todos los puestos son cuidadosamente seleccionados por la calidad de sus productos hechos a manos. Muestras de baile folklórico y música tradicional alegran el ambiente durante el día. Echad un vistazo a la gran variedad de velas, cerámica y objetos de decoración.

El mercadillo navideño de Viena es uno de los más famosos, más antiguos y más grandes de la Europa Central. Se celebra entre el Ayuntamiento y el parque adyacente, atrae a más de tres millones de visitantes. Vale la pena esperar hasta el anochecer y ver la decoración de los árboles en el parque. Hay una oficina de correos donde los niños pueden enviar sus cartas a Santa Claus, y por supuesto, muchos puestos donde venden dulces típicos.

También son muy típicas las bolas de navidad para el árbol, pintadas con diferentes motivos, y las decoraciones de plomo. Las tazas de vino caliente son aquí también muy originales. Os tengo que decir que no hay cajeros automáticos muy cerca que digamos, así que sacad dinero antes de ir al mercadillo, aunque muchos puestos ofrecen la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito. Los fines de semana está bastante concurrido.

Yo creo que con esta selección de los mejores mercadillos navideños de la Europa Central no tenéis excusa para no comprar vuestros adornos si estáis estos meses por aquí. Un paseo por cualquiera de ellos será el mejor preámbulo de vuestras fiestas.

Foto 1: Fuente Fig

Foto 2: Fuente Vienna Life