No soy de los que se pirra por la Navidad, la verdad. Más bien me resultan unas fechas tristes, llenas de melancolía, por lo que siempre intento hacerme alguna escapadita para salir un poco de este aire de nostalgia que nos envuelve. ¿Qué tal si os cuento sobre mercadillos navideños en Europa?.
Imaginaros las plazas medievales más bonitas, iluminadas con una gran cantidad de luces de colores, puestos de dulces, vino caliente, figuritas típicas, grandes árboles de Navidad y música de villancicos. En Europa hay muchas ciudades que se transforman con la llegada de la Navidad. Destinos que bajo las luces y el frío parecen mucho mejores.
Colonia es una de ellas. Su mercadillo navideño se sitúa bajo el telón de fondo de la impresionante catedral, en la Domplatz. Desde finales de noviembre hasta finales de diciembre esta plaza es tal vez el lugar más bonito de Europa. No pararéis de hacer fotos a los puestos, la catedral, el ambiente, la nieve…
Mis Navidades en Viena son tal vez las mejores que recuerdo. La arquitectura barroca de la ciudad se funde con el espíritu de luces y olor a castañas asadas. El mercadillo navideño se sitúa frente al Palacio de Schonbrunn, la antigua residencia imperial. Y como no podía ser menos, no deja de sonar la música clásica y los villancicos.
Mi ciudad favorita para cualquier época del año es Brujas. Sus pintorescos canales y su arquitectura medieval os fundirán en un cuento de hadas en Navidad. Las luces ponen el colofón a un lugar mágico, donde el riquísimo chocolate caliente belga es una de las mayores exquisiteces.
También guardo un entrañable recuerdo de mi Navidad en Estrasburgo, en el corazón de la Alsacia francesa. Su mercadillo navideño es precioso, y se viene celebrando desde el siglo XVI, por lo que es el más antiguo de Francia. Tomaros un paseo desde la Place Broglie hasta la Place Kleber, bajo el paraguas de más de mil luces brillantes.
Dejo para el final la hermosura blanca de Praga, con sus torres góticas y su reloj astronómico. Praga en invierno es un cuento de hadas gótico, con su imponente arquitectura, su castillo de luces, el enorme árbol navideño y su centro histórico, lleno de turistas que no parecen tener nunca frío en esta ciudad.
En cualquiera de estas cinco ciudades europeas disfrutaréis de un ambiente navideño maravilloso, lejos de nostalgias, melancolías y noticias tristes.
Foto Vía Travelvivi