Poco a poco se va acercando la Navidad. Los días cada vez se hacen más cortos y el frío no tardará mucho en llegar a nuestra puerta. Es el tiempo de las luces y los regalos, el ajetreo de las compras y el olor a castañas asadas. Un momento ideal para tomarse unos días y escapar a los tradicionales mercadillos navideños que hay repartidos por toda Europa.
Colonia, Bruselas, Brujas, Estrasburgo, Praga, Viena, Salzburgo, Budapest, Cracovia, Tallin… apenas son unos ejemplos de los lugares en los que más está enraizada esta tradición tan típica de estas fechas. Mercadillos en los que hacer algunas compras, pasear, disfrutar del ambiente y, porqué no, degustar lo mejor de la gastronomía local. Estoy seguro que todas las ofertas de viajes que veréis en estos días irán enfocadas a saborear lo más popular de la Navidad.
En Colonia, por ejemplo, hay hasta siete mercadillos navideños principales, más los que se reparten por los diferentes barrios de la ciudad. El que se suele salir en todas las fotografías es el de Am Dom, situado en la plaza de la catedral. La nieve, las luces y la imponente silueta de este templo son algunos de los elementos que hacen de este rincón una aventura imposible de rechazar en estas fechas.
El mercadillo navideño de Bruselas, el más grande de Bélgica, lo podéis disfrutar este año hasta el próximo 5 de enero. Os acogerá el marco incomparable de la Grand Place, una de las plazas más bonitas de Europa. Muy cerca de allí, en Brujas, se celebra uno de los mercadillos más pintorescos del continente. Está situado entre la Grote Markt y la Simon Stvinplein, en el corazón de un centro histórico medieval que se convierte en inigualable en Navidad.
Posiblemente el mercadillo navideño de Estrasburgo sea uno de los más bonitos de Francia. Lo podéis visitar desde el 30 de noviembre al 1 de enero y está situado en diferentes plazas del centro, aunque las tradicionales son las de Broglie y la Catedral. En la cercana Plaza Kléber se organizan cada noche diferentes conciertos bajo la sombra del primer templo religioso de la ciudad.
No puede faltar el mercadillo navideño de Praga, uno de los más espectaculares y tradicionales. En realidad son también un grupo de ellos repartidos por todo el centro histórico, aunque el de siempre es el que se lleva a cabo en la Plaza de la Ciudad Vieja. Desde finales de noviembre y hasta la primera semana de enero suelen estar abiertos. Praga es una ciudad que con la iluminación de la Navidad adquiere un cariz romántico imposible de superar.
Por último, Viena y su tradicional Christkindlmarkt, situado en la Plaza del Ayuntamiento. La música clásica, la luz y el sabor de la Navidad inunda la capital de Austria durante estos días. Una recomendación que no suele aparecer en las guías de viajes: si vais con niños entrad en el Ayuntamiento para que los más pequeños cocinen sus propias pastas, hagan sus velas o canten villancicos en un coro.
Cualquiera de estos mercadillos tradicionales os envolverá en el mejor ambiente de la Navidad.
Foto Vía Living at Home
