De ruta por Belgrado

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La ciudad más extensa que formaba parte del territorio de la antigua Yugoslavia y que es actual capital de Serbia, Belgrado, ha ido consolidándose poco a poco como un destino de gran atractivo turístico gracias al hecho de que es una de las urbes más antiguas de Europa, se fundó hace unos siete mil años.  

Precisamente fruto de esos siglos de vida hoy cuenta con un interesante patrimonio monumental que merece la pena conocer y disfrutar. De ahí que cualquier turista que visite esta población no debe marcharse sin antes realizar una ruta por los rincones más interesantes desde el punto de vista arquitectónico y artístico:

Templo de San Sava. En el año 1935 fue cuando comenzó a erigirse esta edificación religiosa que tiene el privilegio no sólo de ser la iglesia ortodoxa más grande del continente europeo sino también una de las más significativas del mundo. Actualmente aún siguen llevándose a cabo obras en este espacio que cuenta con una fachada absolutamente impresionante, con la tumba del rey San Lazar y con el tesoro de San Sava, uno de los santos más importantes dentro del seno de la fe ortodoxa.

Plaza de Terazije. Uno de los lugares más emblemáticos de Belgrado es esta plaza que cuenta con una gran vida a diario y que destaca por haber albergado y albergar  edificaciones históricas importantes como el Palacio Albania, el que está considerado el primer rascacielos de la urbe, o el que fuera Bar Cerca de la Cruz Dorada. Un establecimiento este que fue conocido por ser el que ejerció como escenario para que los hermanos Lumiére presentaran su primera película.

Museo Nacional de Serbia. En plena Plaza de la República es donde se encuentra situado este centro cultural que abrió sus puertas en la primera mitad del siglo XIX y que da posibilidad de conocer no sólo a los mejores artistas y obras de Yugoslavia sino también los trabajos de grandes figuras internacionales como Renoir o Matisse.