Una de las ciudades más hermosas del mundo para visitar es, sin lugar a dudas, la italiana Florencia. Y es que ella ha conseguido conjugar a la perfección la modernidad con la esencia de un pasado clásico y artístico, que la llevó a convertirse en la cuna del Renacimiento.
Por estas razones, cuando se pasa una estancia en dicha urbe hay que visitar irremediablemente lugares como la Catedral de Santa María del Fiore, la Galería Uffizi o el Palacio Vecchio. Sin embargo, tampoco hay que olvidarse de otros rincones que igualmente son un auténtico lujo para la vista:
- Piazza della Signoria. La plaza más famosa de Florencia es esta que en sí misma es una obra de arte. Además de espectaculares edificaciones como el citado palacio también pueden admirarse al aire libre esculturas tales como “Perseo” de Cellini, “El rapto de las Sabinas” de Giambologna, “Marzocco” de Donatello o la réplica del “David” de Miguel Ángel. Todo ello sin olvidar la sorprendente fuente de Neptuno.
- Piazza della Republica. Si importante era la anterior plaza, también lo es esta, que se encuentra en pleno centro histórico de la ciudad. Sobre lo que fue un antiguo asentamiento judío se puso en pie y llaman la atención su tradicional tiovivo, la elegancia de sus arcos o el famoso café literario Giubbe Rosse.
- Basílica de San Lorenzo. El famoso arquitecto Filippo Brunelleschi fue quien se encargó de poner en pie este templo, aunque no por completo ya que, tras morir él, le sustituyó Antonio Manetti. Entre 1422 y 1470 se llevaron a cabo las obras de construcción de esta edificación religiosa que merece la pena descubrir con detenimiento, prestando especial atención a elementos tales como su cúpula o casetones.
No te olvides, por tanto, de visitar en Florencia estos rincones que te harán enamorarte aún más si cabe de la ciudad y de la Toscana en general.
