Cuando hablamos de Turín a todos nos viene a la mente la ciudad en la que se conserva la Sábana Santa, la tela de lino que se cree que fue el sudario que pudo pertenecer a Jesucristo durante su crucifixión.
No obstante, esta urbe italiana es mucho más que eso. Así, quien se anime a visitarla se encontrará con un amplio patrimonio arquitectónico y artístico que sorprende a cualquiera, parte de él está incluso catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
En este artículo nosotros queremos darte a conocer los rincones más sorprendentes de la ciudad, aquellos que, sin duda alguna, conseguirán fascinarte y hacer de tu viaje a Turín una experiencia inolvidable.
Este sería el caso, por ejemplo, del Museo Egipcio. Guarini fue quien en 1678 realizó esta edificación barroca que ejerce como sede de dicho centro cultural que tiene el privilegio de guardar en su interior una de las mejores colecciones sobre antigüedades egipcias que existen en todo el mundo.
Entre los objetos más significativos que merece la pena subrayar se encuentra el sarcófago de Duaenra (hijo de Keops), el papiro del canón real de la época de Ramsés II, la estatua de Amenhotep, la capilla de las tumbas de Maya o la estatua sedente del citado Ramsés II.
El Parque de Valentino es otro de los rincones más interesantes que merece la pena visitar en Turín y es que el mismo, situado junto al río Po, acoge en su seno varios edificios de gran valor. Este sería el caso, por ejemplo, del barroco Castillo del Valentino que tiene su origen en el siglo XIII.
De la misma forma tampoco hay que pasar por alto otras dos construcciones que forman parte de este citado parque como son el Palacio de Exposiciones y el Burgo Medieval, que es una reproducción de cómo era una población medieval. De ahí que, una vez hayas atravesado la torre-puerta, viajes en el tiempo y te sientas dentro de aquella donde podrás admirar sus viviendas, su muralla o la Rocca (fortificación).