De palacios por Turín

Palacio Real de Turín
Palacio Real

La ciudad italiana de Turín, además de ser conocida por albergar en su Catedral la famosa Sábana Santa, también es importante en todo el mundo por el conjunto de espectaculares construcciones que conserva.

En este caso, vamos a centrarnos en el conjunto de edificaciones palaciegas, catalogadas como Patrimonio de la Humanidad, que ha sabido mantener intactas a pesar del paso de los siglos y que le confieren a la capital de la región del Piamonte una belleza y un valor incalculables:

Palacio Real. En el siglo XVII es donde se encuentra el origen de este lugar que es uno de los más significativos desde un punto de vista histórico. Y es que él ejerció como residencia de los monarcas de la Casa Saboya, siendo el último de ellos Víctor Manuel II.

En ella llaman poderosamente la atención su fachada barroca, la conocida escalinata de las tijeras y la Armería Real. Un espacio este último que cuenta con una amplísima colección de armas, datadas en el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVII.

Palacio Carignano. En el año 1679 fue cuando se comenzaron las obras de construcción de este monumento de Turín que, en un primer momento, ejerció como residencia real, naciendo en su interior figuras tan emblemáticas como Carlos Alberto de Saboya Carignano. Sin embargo, con el paso del tiempo se convertiría en la sede del Primer Parlamento Italiano y actualmente funciona como Museo del Risorgimiento, donde se analiza a fondo lo que fue la unificación del país allá por el siglo XIX.

Palacio Madama. El tercer monumento palaciego que queremos darte a conocer es este, que se halla enclavado en la Plaza del Castillo y que se comenzó a erigir en el siglo XIII, sobre un conjunto de vestigios de la época del Imperio Romano. Lo más significativo del lugar es su fachada, realizada en el siglo XVIII por Felipe Juvara.