La brujería, la casa de coches Fiat, los Juegos Olímpicos de Invierno, los palitos de pan italiano, la Juventus, la Sábana Santa y la Casa de Saboya. Todo lo que une a estos atractivos es la ciudad de Turín, la capital del Piamonte y la primera capital de la Italia unida.
Situada al norte del país, Turín no ha sido un fuerte destino turístico hasta hace bien poco, sobre todo con la llegada de los Juegos Olímpicos de Invierno 2006, donde se comenzó a explotar el turismo. Desde entonces han proliferado una gran cantidad de hoteles en Turín.
Uno de los motivos de la reputación industrial de Turín es el hecho de que la casa de coches Fiat se fundara aquí a finales del siglo XIX. Históricamente, Turín también fue importante, al ser la primera capital de la Italia unificada bajo el poder de la Casa de Saboya.
Mientras que Turín era declarada el centro industrial de la Italia de posguerra, el centro histórico no puede ser pasado por alto. Gracias a la llegada de los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2006, las infraestructuras y el transporte de la ciudad mejoraron muchísimo. Por ejemplo, se mejoró el equipamiento y accesos al aeropuerto, por lo quew hoy en día volar a Turín resulta mucho más sencillo.
Otro aspecto que ha mejorado mucho en Turín es el alojamiento. Muchos hoteles se han renovado y han mejorado de nivel como resultado directo de los juegos. Se han abierto nuevos hoteles de calidad, dando lugar a un incremento de más de tres mil habitaciones en la ciudad desde el año 2000.
Turín, capital de los Alpes, es la capital del Piamonte, origen de muchas tradiciones culinarias que tienen lugar en Italia. El Panecillo, por ejemplo, tiene su origen en Turín. En Italia se le conoce como Grissini, y se hace de muchas formas y tamaños.
En general, la belleza de la arquitectura de Turín es magnífica. En ella podéis visitar la célebre Sábana Santa o bien ver un partido de la Juventus, uno de los clubes más prestigiosos de Italia. Seguro que Turín no os deja para nada indiferentes.
Foto Vía Telegraph