Una de las ciudades europeas con mayor tirón turístico es, sin lugar a dudas, Berlín. Y es que la capital alemana cuenta con un sinfín de atractivos que hacen que pasar una estancia en ella sea una experiencia realmente inolvidable.
El famoso muro de Berlín o la puerta de Brandeburgo son indiscutiblemente dos de las paradas obligatorias que hay que realizar en esta urbe, pero a ellas hay que unir otras visitas quizás no tan dadas a conocer pero igualmente interesantes.
En concreto, estos son algunos de los rincones más singulares que merece la pena descubrir:
- Museo del Muro del Checkpoint Charlie. Los amantes de la Historia tienen que acudir casi obligatoriamente a este centro cultural. Y es que el mismo les permitirá descubrir a fondo algunos de los acontecimientos más importantes del pasado de la ciudad como sería el caso de la Guerra Fría o de la caída del citado muro. Todo ello se muestra no sólo a través de paneles informativos sino también de fotografías, recreaciones de diversa tipología y material audiovisual.
- Museo Erótico Beate Ushe. Para peculiar, sin duda alguna, este espacio berlinés que gira en torno al sexo, al erotismo y a la sensualidad. El más grande del mundo sobre dicha temática es este donde se realiza un recorrido por la historia de ella a través de prendas de vestir, obras literarias o pictóricas, juguetes sexuales…
- Acuario. El más espectacular de toda Alemania es este, donde el visitante tiene la oportunidad de ver en vivo y en directo hasta un total de 9.000 especies diferentes de animales, llamando especialmente la atención los cocodrilos o las medusas.
El Museo Judío o el Jardín Botánico son igualmente espacios que merece la pena descubrir si se toma la decisión de visitar Berlín. Cualquiera de ellos no defraudará.