Le Havre es uno de los principales puertos franceses, concretamente el segundo en importancia. Esta ciudad se halla a orillas del Canal de la Mancha, en la Alta Normandía, 200 kilómetros al noroeste de París, y fue una de las más castigadas durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Reconstruida tras la guerra, hoy es una ciudad que recibe a lo largo del año una gran cantidad de turistas, especialmente por su turismo de cruceros. Por aquí pasan las principales compañías navieras, entre ellas Royal Caribbean, quienes ofertan una ciudad moderna y con una arquitectura del urbanismo muy singular.
Hay que resaltar que Le Havre no es ni mucho menos ni la ciudad más bonita ni la más pintoresca de la Normandía. Sus orígenes hay que buscarlos en el siglo XVI, cuando fue fundada por Francisco I para convertirla en uno de los principales puertos marítimos del norte de Francia. Desde entonces su vida ha dependido casi íntegramente de su salida al mar, lo que le dado fama y notoriedad.
Fue el arquitecto Auguste Perret el que reconstruyó la ciudad tras ser casi totalmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Las pocas iglesias que sobrevivieron al desastres fueron habilitadas para no desentonar con el moderno conjunto. Bloques de viviendas y mucha estructura de hormigón, con el mar como telón de fondo, es lo que podemos encontrar en esta ciudad.
Precisamente el centro de Le Havre fue declarado en el 2005 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La propia organización consideró como algo único y original lo que Perret logró hacer en esta ciudad. Sin ir más lejos es el primer conjunto urbano europeo del siglo XX que se incluye en el Patrimonio Mundial.
Hay un itinerario en Le Havre que se antoja imprescindible, y es el que nos lleva a conocer el Ayuntamiento, las plazas de Saint Roch y Auguste Perret, las calles de París y Víctor Hugo, el Boulevard Clemenceau, la Iglesia de Saint Joseph, el Museo Malraux y el Colegio Raoul Dufy. Son los lugares y monumentos más atractivos de la ciudad, y que forman el conjunto de una urbe moderna y con un encanto genuino y particular.
Foto Vía Iluminet
