Los alrededores de París pueden ofrecernos una magnífica alternativa. Si bien la mayoría de turistas prefieren pasar el día en Versalles, creo que hay otros rincones que también merecen una visita especial, tanto por su historia como por su patrimonio. Es lo que le ocurre a la hermosa ciudad de Meaux, situada apenas a cincuenta kilómetros al este de la capital parisina.
Meaux es un destino perfecto si tenéis pensado reservar vuestros hoteles baratos en París. Se trata de una ciudad que conserva un estupendo centro histórico medieval, con la silueta de la Catedral de Saint Etienne de Meaux como uno de sus principales atractivos. Bien podría esta iglesia gótica estar enclavada en cualquiera de las grandes ciudades francesas, por su historia y su imponente arquitectura.
Construida entre los siglos XII y XV, destaca especialmente por su excelsa torre, su pórtico y su magnífico interior, que dispone de una tremenda luminosidad que realza aún más si cabe el conjunto.
Si seguimos paseando por el centro histórico de Meaux, un laberinto perfecto de callejuelas y pequeñas plazas empedradas, hemos de visitar lugares como el Palacio Episcopal, que hoy alberga el Museo Bossuet, con una magnífica colección de esculturas y pinturas de los siglos XVII al XIX, obras que fue recopilando el obispo y escritor Jacques Benigne Bossuet. Junto a este museo se halla el Jardín de Bossuet, con su colección de tejos de más de sesenta metros de altura.
Pero si por algo es conocida Meaux, además de por su belleza pintoresca y su catedral, es por el famoso queso de Meaux, un queso muy especial con una capa de corteza como enmohecida, de color blanco y esponjosa. Este queso se lleva realizando en Meaux desde hace varios siglos (dicen los entendidos que ya se elaboraba en tiempos de Carlomagno). Tanto es así que, en el Congreso de Viena de 1814, se le declara con el nombre del rey de los quesos.
Si tenéis pensado viajar a París y, tal vez, visitar Disneyland París, hay que decir que Meaux se halla apenas a veinte kilómetros del parque temático. Os gustará visitar su hermosa catedral, y probar el queso y la mostaza de Meaux, también muy conocida. Vale la pena hacer una pequeña excursión hasta esta ciudad medieval.
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