Josselin, hermosa ciudad de la Bretaña

Josselin, hermosa ciudad de la Bretaña 2

La Bretaña francesa es uno de los lugares más mágicos y desconocidos de Europa. Lejos de las grandes y pomposas capitales pero bien comunicada, la Bretaña nos ofrece unos paisajes y lugares llenos de encanto e historia y buenos hoteles baratos. Es el caso de Josselin, un lugar mágico, como recién sacado de un cuento de hadas que nos ofrece una arquitectura que no podemos encontrar en España.

Josselin es famosa sobre todo por su castillo, un castillo que impone torres cilíndricas sobre las aguas del río Oust. Propiedad de la famosa familia Rohan (una de las familias más antiguas de la zona), actúa como símbolo y punta de lanza de una de las ciudades más bonitas de la región. Podemos entretenernos todo lo que queramos, pero si estamos de paso, en medio día la ciudad puede ser visitada.

Se trata de una de las etapas más improtantes de la ruta de los Duques. Como no podía ser de otra manera el desarrollo de la ciudad ha estado totalmente vinculada a su castillo, el cual domina la diudadela. Se trata de una edificación de estilo gótico flamígero, un interesantísimo y buen ejemplo de la arquitectura feudal y renacentista. Levantado a principios del siglo XII, aún hoy, más de 800 años después sigue siendo habitada por la familia que lo mando construir, los Rohan.

Otra de las atracciones de Josselin es su barrio medieval, el barrio de Sainte-Croix. Se trata de un barrio que se construyó en paralelo al castillo y tiene como epicentro una encantadora capilla que posee su mismo nombre y numerosas casas medievales con entramado de madera.

Por otro lado, podemos dar un paseo por el circuito del valle del Oust. Para ello tenemos que seguir ciertas marcas amarillas que empiezan en la casa del esclusero y recorren en 12 kilómetros hermosos paisajes llenos de vegetación, casas e iglesias góticas. Caminando podemos tardar alrededor de 3 horas, y si no tenemos ese tiempo, podemos hacerlo en bicicleta.

Como curiosidad, decir que la leyenda comenta que un campesino del siglo IX descubrió en el bosque la estatua de la Virgen y que ésta, al ser descubierta, devolvió la vista a su hija ciega. En torno a la supuesta aparición, la basílica de Notre-Dame-du-Roncier se ha convertido en un bonito santuario que conmemora el milagro y se convirtió en destino de enfermos en busca de curación. Hay que decir, pero, que no veremos la estatua original, ya que ésta fue destruida durante la Revolución.

Foto Vía: Wolfgang Bauer