A cualquier canadiense que le preguntes te dirá que las Mil Islas, Thousand Islands, es el archipiélago más bonito del mundo. A orillas del Lago Ontario, en la ciudad de Kingston, y muy cerca de la frontera con Estados Unidos, un entorno de gran belleza natural y en el que más de 1.800 islotes ofrecen una maravillosa oportunidad para darse una escapada inolvidable.
Muchos son los turistas que reservan sus vuelos a Montreal para disfrutar la ciudad y hacer una excursión a alguno de los parajes de este enclave. Los más de mil islotes se extienden a lo largo de ochenta kilómetros. Nada mejor que planificar un pequeño crucero para descubrir cada uno de los encantos de esta zona, donde el verde exuberante se mezcla con los pequeños pueblos, castillos y mansiones elegantes.
En los últimos años se ha hecho muy popular el crucero que une Toronto con la región de las Mil Islas. El triángulo que forman Toronto, Ottawa y Montreal incluye precisamente la excursión a este archipiélago, que se ha convertido en uno de los grandes atractivos del viaje. El crucero se realiza a través del río San Lorenzo, y las posibilidades son muy variadas ya que tanto en Toronto como en los pueblos de los alrededores son muchas las compañías navieras que ofertan este trayecto.
Los cruceros más largos suelen durar entre cuatro o cinco horas, pero para aquellos que vayáis más apurados de tiempo también hay opciones de cruceros más cortos. Algunos de ellos hacen paradas para visitar algunos de los islotes o los castillos que nos encontraremos por el camino. Llevaros con vosotros cámara de fotos y vídeo porque os puedo asegurar que las vistas desde el barco son realmente fascinantes.
Muchas de estas islas cuentan con grandes residencias privadas construidas por multimillonarios. Algunas de ellas son espectaculares. Os recomiendo por tanto que tengáis en cuenta la climatología para así disfrutar de una experiencia mucho más placentera. Otro detalle a tener en cuenta es la prontitud con la que reservéis el crucero. Os sugiero salir tempranito para ir y volver durante el mismo día.
Cuando hagáis esta excursión ya me diréis si los canadienses están o no en lo cierto de considerar este archipiélago como el más bonito del mundo. Yo particularmente pienso que sí.
Foto Vía IBSEN Martínez