Canadá es un país poco explotado turísticamente. Por eso, si decidimos ir de vacaciones Canadá, seguramente nos encontremos con uno de los países y ciudades menos explotados y más auténticos de occidente, aunque su autenticidad se trate de una mezcla de viejos vecinos del viejo continente. Para ver que Canadá no sólo hay una, hoy proponemos la visita a dos de sus ciudades más conocidas, Montreal y Toronto.
Montreal, por ejemplo, es una ciudad muy viva, muy europea en este sentido, y es que la herencia francesa aún se nota en el quéhacer y en cómo vivir de los habitantes de esta ciudad canadiense. No obstante, su tradición francesa ha sido combinada con la inmigración que este lugar ha tenido casi por su naturaleza, aquí podremos conocer las influencias de la influencia china en el Barrio Chino, de la italiana en la Pequeña Italia y de la latina en el Barrio Latino.
Pasear por Montreal es pasear por unas calles con luces ténues y calles empedradas, como si estuvieramos en Europa con mansiones victorianas y carriles bici. Por la noche la ciudad se transforma por la influencia de su conocido y glamouroso Casino, aunque si buscamos algo diferente también podremos encontrar una ciudad multicultural y muy moderna, con diferentes espectáculos culturales. No en vano, la ciudad ha ganado el premio de la Ciudad del Diseño de la UNESCO.
Por otro lado, podemos ir a Toronto, una ciudad más típicamente norteamericana. Esta ciudad que tiene mucho más que su omnipresente Torre CN, se erige entre las ciudades canadienses como un centinela moderna. Es cierto que subir a dicha torre en tan sólo 15 segundos es algo insólito, increible, pero más increible resulta la fusión de sus calles, como si estuvieramos en cualquiera de las ciudades de sus vecinos del sur. En Toronto no se pueden distinguir raíces de ningún tipo y la cultura que se vive es seguramente más «elitista» o no tradicional que en Montreal.
Así, podemos visitar el centro Henry Moore o la galería levantada por Frank Ghery. También podemos escuchar la Orquesta Sinfónica de Toronto o pasear por los bares y cafés de moda instalados en viejos edificios victorianos.
Las dos ciudades merecen la pena, y es que explorar Canadá es explorar su campo pero también sus ciudades, cada una con un algo especial y atractivo, cosa que en muy pocas ciudades europeas encontraremos comparación.
Foto Vía: Gjm130
