Sicilia tiene algunos de los edificios religiosos más hermosos y pintorescos de Italia. Algunos de ellos presentan una arquitectura imponente y otros ofrecen una historia particular tras sus muros. Si bien no suelen ser los grandes atractivos que van buscando los turistas, nosotros os proponemos algunas de las iglesias más bellas de la isla para que las incluyáis en la lista de imprescindibles a visitar.
Especialmente para los que tengáis pensado hacer vuestros MSC Cruceros reservas online, podemos empezar nuestro recorrido por el Santuario de Gibilmanna, situado en las inmediaciones de Palermo, 800 metros sobre el pueblo de Cefalú. Se trata de un monasterio benedictino construido en el siglo XI por orden del Papa Gregorio el Grande. En su interior hay un buen número de obras de arte, destacando sobre todo una talla bizantina de la Virgen con el Niño.
Sin movernos de Cefalú nos acercamos hasta su basílica – catedral, construida en el siglo XII por orden del rey Rogelio II de Sicilia. A día de hoy es uno de los monumentos de origen normando más importantes de la isla. En su origen se pensó que sirviera como tumba de los reyes de Sicilia, pero con el paso del tiempo fue adquiriendo un rango mayor. Prácticamente puede verse desde cualquier punto de la ciudad. Sus imponentes torres y las obras de arte del interior son realmente espectaculares.
La Catedral de Noto es otra de las iglesias más bellas de Sicilia. Dedicada a San Nicolás de Myra, fue construida en estilo barroco siciliano en el siglo XVIII, y sobrevivió a un tremendo terremoto en 1990. Tras el seísmo tuvo que ser cerrada durante varios años por trabajos de rehabilitación. Preciosa su fachada de arenisca, flanqueada por dos grandes torres. El interior es muy luminoso y cuenta con tres naves y diferentes capillas laterales.
Desde Noto nos dirigimos ahora hasta el Santuario de Nuestra Señora del Monte Carmelo, más conocido como Chiesa del Carmine. Esta iglesia sustituyó a la anterior de Messina, que fue destruida por un terremoto en 1908. Pertenece a la orden de los Carmelitas, quienes llegaron a Sicilia en el siglo XIII. Si tenéis pensado visitar Messina esta iglesia es uno de sus grandes monumentos, un símbolo de historia, arte y cultura religiosa.
Otra de las grandes catedrales sicilianas es de la Acireale, dedicada al obispo de la misma ciudad en el siglo XIX. Tiene su origen como una pequeña iglesia del XVI, pero poco a poco fue creciendo hasta adquirir una enorme popularidad al albergar las reliquias de Santa Venera, uno de los dos patronos de la ciudad. Impresionante la fachada de principios del siglo XX, ambos campanarios y los frescos del interior que datan del XVII.
Cualquiera de estos templos resultan de visita más que imprescindible si estamos haciendo un recorrido histórico y cultural por la isla. Lo mejor es alquilar un coche y perderse por estas ciudades. La belleza artística siciliana tiene mucho que ofrecernos.
Foto Vía The Solitary Walker