Seguro que la mayoría de vosotros no la conocéis. Se trata de Harbin, capital de de la provincia china de Heilongjiang. Los que sí han estado allí la han definido como la Moscú Oriental o la Pequeña París del Lejano Oriente. Una ciudad de extrañas culturas, una mezcla interesante de extranjeros en un lugar que a simple vista no parece chino.
Curiosamente Harbin es una ciudad llena de edificios de estilo Art Nouveau, de ahí lo de la Pequeña París del Lejano Oriente. Lugares como el Hospital de Harbin, construido en 1900, la Catedral de San Nicolás, de 1898, la Iglesia de la Anunciación o la Iglesia Alekseyev son algunos de estos ejemplos.
Seguro que encontráis ofertas de viajes a Harbin que merecen la pena. Precisamente la Avenida Central, completamente peatonal, es un museo al aire libre de arquitectura con edificios de diferentes estilos. Además hoy en día es el corazón de la ciudad, donde encontraréis los mejores restaurantes, tiendas y bares.
Cada atardecer esta avenida se llena de artistas callejeros, sobre todo cantantes, músicos, etc… No en vano en la ciudad se celebra todos los años el Festival de Verano de Música, uno de los más importantes de China. Veréis cómo a la gente le encanta pararse a escuchar a los músicos.
A Harbin también se la conoce como el reino de las iglesias. No es extraño ir paseando por el centro histórico y no parar de escuchar el tañer de algunas campanas lejanas. Iglesias de todas las religiones, ya que Harbin se convirtió en refugio y retiro de una gran cantidad de extranjeros durante la guerra.
La más grande e impresionante de todas estas iglesias es la Catedral de Santa Sofía, construida en 1907 gracias a las donaciones de un empresario siberiano. Con sus 53 metros de altura puede albergar en su interior unas dos mil personas. A simple vista es la típica iglesia ortodoxa que podríamos encontrar en cualquier rincón de Moscú.
Es una de las pocas iglesias de la ciudad construido en estilo bizantino. Hoy en día alberga en su interior el Museo del Maquillaje.
Fijaros hasta dónde llega la mezcla de culturas en Harbin que en la calle Tongjiang hay una sinagoga judía construida en 1918. Dicen que es la sinagoga más grande del noreste asiático. Hasta aquí llegaron muchísimos judíos europeos que huían de la Segunda Guerra Mundial.
Harbin es una de esas ciudades extrañas que existen en China. Extraña por la sorpresa de encontrarnos una mezcla de culturas tan fascinante, tanto en sus gentes como en su arquitectura. Si alguna vez pasáis por aquí lo comprobaréis.
Foto Vía Panoramio