Cuando llegan estas fechas siempre recuerdo aquellas vacaciones en el Oktoberfest de Munich. Una de las fiestas más animadas y espectaculares que he podido vivir. Y no solo por la cerveza y la gastronomía, que suelen ser los principales atractivos que todo el mundo comenta, sino también por el buen ambiente y todo lo que esta ciudad alemana puede ofrecernos.
Alemania es un país con un gran legado histórico y cultural. A mí siempre me llamaron la atención sus castillos, algunos de ellos como de cuento de hadas. Algunos son bastante conocidos y otros no tanto, como nuestro protagonista de hoy. El Castillo de Marksburg es una imponente fortaleza situada sobre la ciudad de Braubach, en la región de Renania-Palatinado, a solo 90 kilómetros al oeste de Frankfurt. Si estáis pensando hacer una reserva de viajes baratos apuntad este rincón del país germano.
Curiosamente el de Marksburg es el único castillo medieval de la zona del Medio Rin que no fue destruido. Fue construido a modo de defensa a comienzos del siglo XII, aunque su aspecto actual data de restauraciones posteriores, para proteger la ciudad de Braubach. Durante la época napoleónica fue usado como prisión, hasta que en 1815 pasó a manos del ducado de Nassau, que fue territorio prusiano a partir de 1866.
Si bien fue seriamente dañado durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, hoy aparece como uno de los castillos más hermosos de Alemania. Tanto es así que hoy es la sede de la Asociación de Castillos en Alemania, creada en 1900 para la conservación de las principales fortalezas del país.
Hoy la visita a este castillo se inicia en el puente levadizo, un enorme portón que cuenta con más de 500 años de existencia. De ahí pasamos a la Fuchstor, la segunda puerta del castillo medieval, y la Schartentor. En esta última podemos ver un pequeño balcón desde el que los defensores de la fortaleza se encargaban de lanzar piedras a todos los enemigos que intentaban asaltar la zona.
Hay muchas otras dependencias de interés en la fortaleza, como el Gran Salón Románico, una de las salas más antiguas del castillo ya que se remonta a 1239, o las baterías que hay frente a él, construidas en 1711. Podéis apreciar como estos cañones están dispuestos para defender la zona del Rhin. Tenían un alcance aproximado de unos mil metros, y pertenecen a finales del siglo XVI.
Bien merece la pena hacer un pequeño esfuerzo y subir hasta este castillo para disfrutar de una fortaleza única. Tanto las vistas como la historia que se respira en su interior son fascinantes.
– Información adicional
- Horarios: El Castillo de Marksburg abre todos los días del año. Desde el 16 de marzo al 3 de noviembre está abierto de 10.00 a 17.00. Del 4 de noviembre al 21 de marzo lo hace de 11.00 a 16.00 horas. Solo cierra los días 24 y 25 de diciembre.
- Precios: El precio para adultos es de 6 euros, 5 euros para los estudiantes, 4 euros para niños y 15 euros bono familiar para dos adultos y dos niños
Solo se puede hacer una visita guiada que dura aproximadamente 50 minutos (en inglés, francés, alemán o japonés).
Foto Vía Dreabobea