Una de las visitas imprescindibles si estamos en uno de los hoteles en Lisboa es el Castillo de San Jorge uno de los mejores lugares de Lisboa para comprender el abasto de toda la ciudad y parte de la larga y movida historia de la misma.
Es, de hecho, uno de los monumentos más visitados y conocidos de Lisboa y su imagen sobresale todo el día y toda la noche por encima de la ciudad, en la colina de San Jorge, lugar donde se encuentran también dos de los barrios más conocidos de la capital portuguesa: Castelo y La Alfama.
Levantado en el siglo V por los visigodos, el castillo de San Jorge fue ampliado por los árabes en el siglo IX y tras varias pequeñas reformas no será hasta 1938 cuando vivió su restauración más completa. El periodo de máximo esplendor lo tuvo allá entre el siglo XIII y el siglo XVI, obviamente periodo que coincide con la importancia del imperio portugués.
Su visita, a diferencia de otros castillos que se realiza en una hora como máximo, nos tardará seguramente más de media mañana. Podemos visitar sus once torres, su pequeño museo e incluso quedarnos a comer en su restaurante o tomar algo en el bar antes de hacer bajar la comida por las hermosas calles cercanas. También podemos aprovechar para visitar la Catedral de Lisboa, ubicado a pocos minutos a pie del lugar.
Si somos amantes de las vistas bonitas, el Castillo de San Jorge es uno de los mejores lugares para divisar Lisboa.
En fin, el Castillo de San Jorge es aquel lugar que todas las capitales tienen y recuerdan la grandeza pasada de un lugar. Pese a que seguramente más que los lugares a visitar la visita a Lisboa tenga que consistir en apreciar y observar la vida tranquila y la personalidad de los barrios, monumentos como este también nos recuerdan la importancia o lugar de una ciudad en el mundo.
Foto Vía: lisboahoteles.es