El epicentro de Europa, Bruselas, esconde las maravillas de los países centro europeos, con larga tradición cultural y arquitectónica. Por ello, nos ofrece gran cantidad de monumentos que descubrir, entre los que se encuentran la Grand-Place o el Atomium, que ya se ha establecido como símbolo de la ciudad.
¿Qué ver en Bruselas relacionados con el arte y la cultura? Pues gran cantidad de edificios. Desde el centro a los barrios colindantes, pasando por el Europeo, donde están los edificios sociales, hay una joya ejemplar que descubrir: el Pabellón chino y torre japonesa, el Instituto Victor Horta y La Cambre son ejemplos de lo que nos queda por admirar.
Los parques y jardines definen claramente esta ciudad. Cuenta con más áreas verdes que las otras grandes ciudades europeas donde perderte y descansar un rato, pero también para conocer más arte, en bosques, jardines privados, cementerios al aire libre. Vamos, un total de más de 8.000 hectáreas, donde tanto habitantes y turistas pueden disfrutar a lo grande y desconectar de sus quehaceres diarios.
No hay arte que se precie sin museos. Por ello, esta ciudad, además de contar con multitud de edificios institucionales, está llena de museos, un fascinación para los amantes del arte. Entre ellos, recomendamos el Antiguo Palacio de Bruselas, el de Archivos y Museo de la Vida flamenca en Bruselas, el Centro Belga del Cómic, el Jardín Botánico Nacional de Bélgica, el Museo de Arte Antiguo, el de la Industria y el Trabajo o el del Molino y la Alimentación.
Y no te pierdas aquellos lugares de máximo interés político y económico, como el Parlamento Europeo, y la cantidad de oficinas y embajadas llenas de gente entre semana. Es una experiencia que merece la pena ver por la cantidad de personas por metro cuadrado que navegan por las calles del centro europeo.
Foto: ule