A Illa de Arousa, paraíso del mariscador

A Illa de Arousa, paraíso del mariscador 2

A Illa de Arousa es una pequeña localidad gallega que ronda los 5.000 habitantes. No obstante, tiene algo de especial y es que el 10% e sus habitantes, alrededor de 500 mujeres, poseen la licencia para dedicarse a la captura del berberecho y la almeja, es decir, a lo llamado como marisqueo a pie.

Pero no son las únicas, un número parecido de hombres en unas 300 embarcaciones, llevan a cabo el marisqueo a flote, lo que lo convierte en el puerto de mayor producción de toda la ría. No hay otro lugar mejor que este para captar la integración que el ser humano tiene en la naturaleza gracias al arte del marisqueo en Galicia.

Cada cofradía del lugar tiene unos días máximos de extracción y ciertas zonas autorizadas, todas ellas diferenciadas para el marisqueo a pie, que se ubican en las riberas de las playas y a las horas de bajamar, y para el marisqueo a flote. El mejor mes para visitar la zona seguramente sea diciembre, pues es uno de los meses con mayor actividad.

Si nos gusta conocer la tradición y la procedencia de la comida natural, además de ser espectacular, bien haremos en observar un hormigueo de mujeres que se encorvan sobre la arena y un racimo de lanchas en el que los hombres manejan sus instrumentos de pesca, los raños, una especie de pértigas que concluyen en un cesto rígido con las que rastrean y capturan la comida. A eso de las tres, los rañeiros y las mariscadoras acuden a la lonja de A Illa de Arousa para subastar lo capturado, lo cual se convierte en otro espectáculo a parte.

A Illa de Arousa, tal como el nombre nos lo indica es un territorio virgen de 7 kilómetros, por suerte, libre de ansia urbanística. Hasta hace 20 años no había forma sino por mar de llegar a ella, pero con la construcción de un puente de 2 kilómetros quedó unida a la tierra. El núcleo urbano de la población queda al norte, entre sus dos puertos O Campo y O Xufre. Merece la pena pasear desde aquí el paseo marítimo O Cantiño, que llega hasta la playa de Naval, llena de dornas, es decir, de embarcaciones típicas de la ría con las que hace mucho se navegaba a vela.

Foto Vía:Alfredo Estevez