Chile es un país que últimamente está en boga. Un país estrecho pero inmensamente largo, donde los Andes y el mar Pacífico crean una tierra de gran interés geográfico. Hoy conoceremos el Valle del Aconcagua, uno de los tantos lugares interesantes del país.
Se trata de una tierra generosa de campos y montañas, sol, aire puro, vegetación silvestre y roca desnuda, nieves perpétuas y vírgenes, en fin, un buen lugar para la climatoterapia de montaña.
Se encuentra tan sólo a 80 kilómetros al noreste de Santiago y a 20 km. Al este de Valparaíso, los dos lugares de referencia en el centro de Chile. Posee un clima mediterráneo con las estaciones muy marcadas, con lluvias y nieve en invierno y un verano soleado donde las temperaturas llegan a los 30 grados con facilidad. El valle comprende las provincias de San Felipe y Los Andes y en su interior se reúnen 10 comunas.
La arquitectura que podemos observar es una mezcla de entre lo colonial y lo moderno, donde destacan edificios y construcciones de tipo religioso.
Uno de los puntos de interés del Gran Valle del Aconcagua son sus festividades. Los diversos sectores del lugar han rescatado diversas costumbres festivas como la trilla a yegua suelta, el rodeo o las domaduras de potros. También se han rescatado diversas fiestas religiosas como el de la Virgen de Andacollo en San Felipe, Santa Filomena en Santa María, San Francisco en Curimón o las Vírgenes de las Nieves en Calle Larga. Además, no está de más visitar los diversos museos que guardan especies del tiempo de la colonia ubicados en Los Andes, a saber, en curimón, San Felipe y Putaendo.
Una de las curiosidades y atractivos turísticos más interesantes es el Monumento Salto del Soldado A, que se suma a otros consagrados centros turísticos como Baños del Corazón, Jahuel o Portillo y es posible encontrar, sobre todo en verano, algo más de media docena de recintos para el baño y la recreación.
Foto Vía: Lauto