Túnez es uno de los destinos turísticos más ricos en historia, cultura y tradiciones de todo el Mediterráneo. Con una historia de más de 3.000 años, por este país han pasado multitud de culturas, incluyendo civilizaciones como la cartaginesa, la romana o la bizantina, que han dejado rastro de su existencia en forma de bellos monumentos. En diversos puntos del país, además, se realizan actividades culturales de interés durante todo el año, que hacen que un viaje a Túnez se convierta en una experiencia completa e inolvidable.
Uno de los monumentos más espectaculares es el Anfiteatro de El Jem, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Tiene una capacidad para 35.000 espectadores, siendo el tercero del mundo en cuanto a tamaño, y data del siglo III, cuando la zona se encontraba bajo dominio del Imperio Romano. Cada verano acoge un Festival Internacional de Música Sinfónica en que se dan cita las mejores orquestas e intérpretes de Europa.
También son Patrimonio de la Humanidad lugares como Kairouan, la cuarta ciudad santa del Islam, después de La Meca, Medina y Jerusalén; la Medina de Sousse, excelentemente conservada; la Medina de Túnez, con sus palacios, mezquitas, mausoleos y escuelas coránicas de las dinastías almohade y hafsí; el conjunto romano de Dougga; el emplazamiento arqueológico de Kerkouene; el Sitio Arqueológico de Cartago y los Puertos púnicos de Cartago.
En Tataouine se celebra cada mes de marzo el Festival Internacional de los ksour saharianos, dedicado a las costumbres y la historia del pueblo bereber. También vale la pena visitar el Festival Internacional del Sáhara, en Douz, donde podremos ver bailes típicos, bodas tradicionales y adquirir artesanía local. En Tozeur se celebra el Festival de los oasis, lleno de actividades interesantes; y no podemos olvidar el Festival Internacional de Hammamet, protagonizado por la música, el teatro y la danza, el Festival de Dougga, el Festival Internacional de Cartago y el Festival de verano de Jazz de Tabarka.
Foto: damian entwistle