Vamos a tomar hoy la ruta escénica desde Bolonia a Florencia, a lo largo del Mar Adriático, pasando por Rímini y Rávenna, atravesando los Montes Apeninos y llegando hasta San Marino. La autopista A-1 hace el trayecto entre Bolonia y Florencia, para perdernos en los gloriosos mosaicos bizantinos de Rávenna y las reliquias romanas de Rímini, la hermosa e histórica región de la Emilia-Romaña en Italia.
Dejaremos Bolonia en Via Massarenti, siguiendo la ruta S-9 hasta Faenza, conocida por su cerámica. El Museo de la Cerámica explora precisamente su historia, mostrando ejemplos locales e internacionales, obra de Matisse y Picasso. Desde Faenza seguiremos por la carretera S-302 al este para llegar a Rávenna. Allí nos maravillaremos ante las ocho iglesias que contienen la mejor colección de mosaicos bizantinos de Europa, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La carretera S-16 nos lleva al sur de Rávenna, a lo largo de la costa hasta Cesenático, cuyo pintoresco puerto pesquero está lleno de históricos barcos de mucho colorido. Así llegamos hasta Rímini, con un gran pasado romano. Cruzaremos la gran Porta Augusto pasando al antiguo Foro, para llegar al Ponte Tiberini de cinco arcos. Hay paneles que explican la historia de la excavación y otras partes de los restos romanos de la calle. Cerca de la ciudad están las maravillosas playas del Adriático.
Desde Rímini, por la carretera S-72, seguiremos las indicaciones hasta San Marino, a unos 18 kilómetros. Seguiremos las indicaciones a Borgo Maggiore y a la Ciudad Vieja. El principado está lleno de maravillosos castillos, unidos por un paseo pavimentado que conduce al más alto de ellos, desde el que tenemos unas espléndidas vistas al mar. Los soldados, con sus uniformes de colores, cambian de guardia cada hora en el Palacio Publico. Vale la pena verlo, o visitar el Museo Nacional, lleno de iconos bizantinos.
Desde San Marino volveremos por la misma carretera hasta Rímini, dejando atrás en la S-9 la ciudad de Cesena. Cruzaremos la E-45, siguiendo las indicaciones hacia el sur, para dirigirnos al pueblo de Bertinoro, encaramado en lo alto de una colina. Las vistas desde él bien valen la pena. Volveremos a la S-9 para continuar las indicaciones que nos llevan a Forlimpopoli.
Paramos en Forli en la Abadía de Santa María, una abadía en la plaza central con una rica talla en piedra rojiza. Gruesos muros rodean toda la ciudad. Continuaremos luego por la S-9, girando al sur en la S-302, para llegar a Brisighella. En su plaza central tenemos una preciosa galería del siglo XIV, la Via degli Asini. Los viñedos cubren las colinas de los alrededores, a lo largo de la carretera que nos lleva a Modigliana.
Continuaremos por el suroeste, por la carretera S-67, cruzando los Apeninos, un fácil recorrido atravesando Rocca San Casciano y Benedetto en los Alpes, llegando por fin a nuestro destino, Florencia, a orillas del río Arno.
Foto 1: Hotel Tilly
Foto 2: Wonderful Info
