Un maravilloso crucero por el Rhin

El Rhin a su paso por Basilea

El Rhin puede ser quizás uno de los ríos más importantes de Europa. Recorre Suiza, Francia, Alemania y los Países Bajos, hasta desembocar en el Mar del Norte. Tiene 1320 kilómetros de longitud, desde su nacimiento en Suiza. Se trata de una importante vía fluvial comercial, pero a su vez, se trata de una vía turística de gran importancia, ya que en él tienen lugar cruceros y otras actividades de interés.

En Suiza se le conoce principalmente como el Alto Rhin, especialmente en el tramo comprendido entre el Lago de Constanza y Basilea. Uno de los momentos más bellos del Rhin en Suiza es a su paso por los Alpes suizos, cuando aparecen dos de sus principales afluentes, el Vorderrhein y el Hinterrhein. Desde el sur de Suiza, el Rhin fluye hacia el norte buscando el Lago de Constanza. En su camino, pasa por la frontera entre Suiza, Liechtenstein y Austria, para llegar así más tarde a la frontera con Alemania.

El Rhin comienza a ser navegable desde la ciudad fronteriza de Basilea hasta su desembocadura en el Mar del Norte. A menudo suele estar muy ocupado con el tráfico comercial. Desde Basilea pasaremos por Estrasburgo y cerca de Karlsruhe, bordeando la frontera entre Francia y Alemania. Otras ciudades de gran importancia histórica que recorre el Rhin son Speyer, Worms y Mainz. Las tres ciudades fueron muy importantes en la Edad Media, y sus catedrales románicas son de las más conocidas de la Europa Central.

La parte central del Rhin que va desde Rudesheim y Bingen hasta Coblenza está catalogada como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Esta zona romántica es la que ha propiciado la legendaria historia de este río. El valle del Rhin Medio es empinado y, estadísticamente hablando, se puede ver un castillo cada dos kilómetros. La parte más empinada y estrecha es la de Loreley Rock donde, según cuenta la leyenda, muchos barcos y marineros han sucumbido al canto de las sirenas.

Loreley Rock

Por poner un ejemplo, el Rhin tiene una anchura media de 450 metros. Sin embargo, en Loreley Rock esta distancia se reduce a los 130 metros, y la corriente tiene una velocidad de 10 kilómetros por hora.

Al norte de Coblenza el valle se hace mucho más amplio y menos espectacular, aunque la naturaleza, sobre todo la que se halla cerca de Bonn, forma paisajes preciosos. Aquí los principales lugares de interés son las ciudades de Colonia, la ciudad más grande a orillas del Rhin, en la que podemos visitar su Catedral gótica y varias iglesias románicas; la moderna Dusseldorf y la región del Ruhr, durante siglos el corazón de la minería y la industria pesada alemana.

Desde aquí, comercialmente hablando, el Rhin proporciona un medio de comunicación barato, por lo que el tráfico marítimo hasta los Países Bajos es muy intenso. Precisamente, Duisburgo es el puerto interior más grande de Europa.

El Rhin entra en los Países Bajos poco después de Emmerich. A partir de aquí lleva una gran cantidad de agua, repartiéndose entre los ríos Waal y el Bajo Rhin. Las actividades marítimas se pueden disfrutar a lo largo de todo el cauce del río, pero especialmente os aconsejaríamos la zona catalogada como Patrimonio Mundial por la UNESCO, ideal para los senderistas y amantes de los paseos en barco. La zona está rodeada de pueblos pintorescos y románticos castillos.

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