Viaje exótico y casi de aventuras es el que nos agenciamos para ir a Trípoli, capital y ciudad más grande de Libia. No penséis que por el hecho de estar en África vaya a ser un destino peligroso, aburrido o cuanto menos sin nada de interés. En Trípoli hay una magnífica arquitectura de estilo italiano, y una animación sin límites, sobre todo en la zona del puerto.
Las calles de Trípoli están siempre concurridas, tanto por la mañana como por la tarde-noche. Ya de por sí si reserváis vuestros vuelos low cost a Libia os encontraréis un país lleno de restos arqueológicos y gente muy amable, a pesar de que para entrar en el país haya que firmar muchos papeles, la verdad. Situada frente a la costa del Mediterráneo, Trípoli es una de las ciudades más antiguas del mundo.
Eso le ha llevado a ofrecer huellas en forma de ruinas arqueológicas de muchas civilizaciones. Quizás la más importante fue la romana, aunque hoy en día todavía puede verse en cualquier esquina una mezcla de culturas impresionante. Aunque eso sí, para llenar rincones en la ciudad ya está la imagen de Gadafi, que no para de estar en todas partes.
La mezcla también se produce en el entramado urbano de la ciudad. Hay barrios en los que uno literalmente se pierde, con calles y callejuelas muy pequeñas, algunas de ellas sin salida, mientras que por otro lado hay una Trípoli moderna, con largas avenidas y enormes edificios. Hay que tener en cuenta que Libia es uno de los países más ricos de África.
Para visitar os recomiendo el Castillo Rojo de Libia, conocido aquí como el Assai al-Hamra. Es impresionante, pero quizás lo que más llama la atención es que fuera construido simplemente con ladrillo mudéjar. No olvidaros tampoco del Arco de Marco Aurelio, la bella Catedral de Trípoli o el Museo Nacional, en donde conocer un poco más sobre la historia antigua de este país.
Sin embargo, el encanto de Trípoli radica precisamente en pasear por sus calles saboreando su peculiaridad. ¿A quién no le llamaría la atención el ver hablar por el móvil a una mujer con su velo musulmán puesto?. Son cosas que jamás veréis en otro lugar que no sea Trípoli. Os recomiendo para ello pasear por la Medina de Trípoli.
La medina está llena de puestos con mercancías de todo tipo. Se sitúa en una serie de callejuelas, muy pequeñas, en las que a veces encontraréis mezquitas en donde la gente, mientras va de compras, se para a rezar. La diferencia con respecto a otros bazares es que aquí los vendedores no te acosan para que les compres, sino que son más respetuosos. Algo que se agradece bastante…
Trípoli es una ciudad con encanto. Tradicional y moderna a la vez, el exotismo y la cultura se dan la mano en esta amalgama de historias y callejuelas sinuosas.
Foto Vía Caravanserai Tours