Libia, un viaje desconocido al norte de África

Trípoli

Libia es un destino de impresionantes antigüedades, un fascinante lugar que quizás no sea demasiado conocido para los turistas, por lo que se puede decir claramente que no os sabéis lo que os perdéis. Debido a las sanciones occidentales, Libia es un país prácticamente desconocido para la mayoría de los turistas, un paraíso virgen.

A pesar de que hoy en día sigue existiendo algunas condiciones, sobre todo en las zonas más remotas del país, cualquier agencia de viajes asegura la tranquilidad en la mayoría de sus destinos, siendo la calidad de todos ellos muy buena, ya que están intentando a exportarnos su turismo.

El Desierto del Sáhara o sus playas son destinos muy frecuentes en los viajes a Libia. Para aquellos que os lo planteéis, recordar de antemano que este es un país musulmán conservador, con lo que el respeto debe ser demostrado tanto en el vestir como en el comportamiento.

Libia se extiende a lo largo de la costa noreste de África, entre Túnez y Argelia al oeste, y Egipto al este. Al sur limita con Sudán, Chad y Níger. La mayoría de las guías de viajes sí nos recomiendan que, por cuestiones de seguridad, intentemos en al medida de lo posible alejarnos de la zona sur del país, donde se concentra una gran actividad militar y de bandidaje.

Libia es casi tan caro, o más, que algunos destinos europeos. Trípoli, la capital, está unida por la mayoría de las compañías aéreas árabes. Para llegar hasta allí lo mejor es enlazar con las Jamahiriyas Airlines, aunque otras líneas aéreas tienen destinos quizás más baratos. En las grandes ciudades de Libia hay oficinas de alquiler de coches, aunque para movernos se recomienda los micro-buses o los taxis. También para ir de ciudad en ciudad lo mejor es usar los autobuses.

 Trípoli

Las grandes ciudades tienen una amplia gama de alojamientos, incluyendo hoteles de cinco estrellas con todas las comodidades posibles. En Trípoli, uno de los hoteles más grandes es el Corinthia Hotel, situado junto a la antigua ciudad. También son recomendables y muy conocidos El Mahari y Grand Hotels. Algunos hoteles más pequeños se han abierto alrededor de la ciudad, como por ejemplo el Hotel Zumit, un antiguo hotel renovado junto al Arco romano de Bab-Al-Bahr.

Los hostales en Libia tienen un precio muy razonable, y también tenemos la opción de los campings, aunque tendremos que traer nuestro propio equipo. Asimismo existe la posibilidad de alojarnos en los albergues juveniles, todos equipados y perfectamente disponibles.

El alcohol está prohibido en Libia, aunque se puede conseguir en el mercado negro. De todas maneras, hay que tener cuidado. A Trípoli se la conoce como la Novia Blanca del Mediterráneo, una ciudad de dos millones y medio de habitantes. Un agradable puerto en el norte de África con su medina medieval amurallada. La característica principal de Trípoli es su Castillo Rojo de Assai Al-Hamra, en una colina al norte. Junto al Castillo se halla la plaza Verde, habilitada para dar discursos políticos en la Segunda Guerra Mundial. Todas las principales calles de negocios y de compras parten de aquí.

En Trípoli lo más recomendable es callejear por los zocos y callejuelas del casco antiguo y la Medina. Aquí encontraremos las mejores tiendas, las mezquitas, las posadas y los baños árabes. Las estaciones de autobuses y de taxis se encuentran al suroeste de la ciudad vieja.

Las mejores visitas en Trípoli incluyen el Museo Nacional de Libia, que se entra por la plaza Verde, y alberga la mejor colección de arte clásico del norte de África. También debéis acercaros cómo no al Castillo Rojo y sus playas, al lado oeste de la ciudad. Libia es un paraíso que no debéis desaprovechar, un lugar desconocido que desde hoy debe ser uno de vuestros destinos más interesantes.

Foto 1: Vía Ourworld

Foto 2: Vía Travelpod