Para todas las épocas del año, para el turista más curioso y, sobre todo, para el que le gusta la historia y el arte. Toledo es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por un casco antiguo lleno de monumentos únicos que la convierten en el destino perfecto para volver al pasado.
Es vital elegir un hoteles en Toledo, con historia en el centro y a dos pasos de todos los lugares de máximo interés. Una jornada en la ciudad nos hará entender mejor los diferentes pueblos que han pasado por España y transforman al paisaje en una arquitectura bella y con encanto.
Es de visita imprescindible dar una vuelta por el Alcázar, ubicado en una colina donde encontrar un palacio de formas impresionantes y una mezcla de estulos artísticos que bien merecen este patrimonio. Por otra parte, la ciudad presenta otros encantos, como el monasterio de San Juan de los Reyes y la catedral, otra maravilla arquitectónica tanto por dentro como por fuera. Lo mejor es que desde lo alto de la catedral puedes ver fantásticas vistas de Toledo.
Esa mezcla tan brillante es lo que llena de magia y colores especiales esta ciudad. En su casco antiguo, se halla la zona de la Judería, llena de sinagogas y otras representaciones del pueblo judío. Pero, además, encontramos algunas mezquitas, que son el legado que nos deja el paso árabe por España. Una de las más famosas es la mezquita Cristo de la Luz.
Pasea por la callejuelas y date un gusto la paladar con la cantidad de restaurantes que inundan la zona. La cocina machega es excepcional. La mezcla tradicional y nueva también se perfila en su gastronomía. Cocidos, carnes, las calderetas, los embutidos y los quesos manchegos… además de ricos postres y un vino de DO que es toda una tentación.
