Pues sí, la Catedral de Ulm cuenta con la torre campanario más alta del mundo. Esta ciudad alemana apenas se encuentra a unos 150 kilómetros al oeste de Munich. No sé si seríais capaces de aventuraros a una excursión sólo por subir a la torre de su catedral, pero os puedo asegurar que merece mucho la pena.
Dentro de pocas fechas estará por aquí la Semana Santa, una buena época para darse una escapadita. Ulm es una de esas ciudades que invita a ello. Varios kilómetros antes de llegar ya estás viendo desde la carretera la imponente aguja de más de 161 metros de su campanario. Construida entre los siglos XIV y XVI, es desde entonces la iglesia protestante más grande del mundo.
Amén de todos los datos arquitectónicos e históricos que se podrían decir de ella, hoy nosotros nos proponemos simplemente subir a su campanario. Respirad bien antes de la empresa, porque serán 768 escalones los que os separen de la cima. ¿La recompensa?. Unas vistas impresionantes a más de 140 metros de altura de la ciudad, el Danubio y sus alrededores.
No preocuparos porque, a mitad de la subida, se puede hacer un pequeño descanso en lo que se llama la Galería Cuadrada, una sala en la que ver una exposición de otras catedrales importantes en el mundo. Tomaros con calma la subida, ya que tardaréis al menos unos quince o veinte minutos en llegar a la parte más alta.
La subida tiene un precio de 4 euros, y la mitad si presentáis el carnet de estudiante. Perdonad la insistencia de ir poco a poco, sin prisa, porque hay momentos en los que piensas que la subida nunca se va a terminar. La escalera es la típica de caracol, con escalones bastante altos. Lo más recomendable es ir tempranito, para evitar la problemática de los turistas que vienen bajando. El espacio es reducido y os retardará la subida.
Una vez que llegas a la cima divisas toda Ulm, con sus tejados de color marrón, el Danubio y su afluente, el Blau. Ver como ambos ríos se pierden en la espesura de bosques y montañas es algo fascinante. Si tenéis suerte, y el tiempo acompaña, hay quien incluso ha logrado vislumbrar la silueta al fondo de los Alpes.
Aunque sea un esfuerzo considerable, ¿a quién no le apetece subir hasta la torre de la Catedral de Ulm?.
Foto Vía Europeish