Hoy queremos que disfrutéis con nosotros de uno de nuestros últimos descubrimientos. Se trata de la ciudad amurallada de Évora que, a pesar de ser una de las mayores atracciones de Portugal, sólo tiene unos cuantos lugares de interés. Sin embargo, sus calles, murallas, jardines, plazas, y por supuesto, su templo romano, son atractivos más que suficientes para reservar hoteles en Portugal y venir a conocerla.
Las murallas que rodean completamente la ciudad de Évora fueron construidas en la época islámica, cuando los árabes dominaban el sur de Portugal durante la Edad Media. Para facilitar nuestra visita, nos detenemos en la oficina de turismo de la Praça do Giraldo, para hacernos con un mapa de la ciudad.
Nuestra primera visita la podemos hacer a la Catedral de Évora, construida apenas dos décadas después de que los musulmanes fueran expulsados de Portugal. De ella vamos a destacar sus rosetones, el órgano renacentista, el más viejo de Europa, la cúpula del crucero, y la sillería del coro, tallada con escenas de la vida campesina. El claustro de la catedral nos conduce a la tesorería, llena de reliquias y piedras preciosas.
De allí podemos ir a ver la iglesia gótica de San Francisco, con una maravillosa capilla con columnas salomónicas y azulejos con un Vía Crucis. La mayoría de las personas se dirigen primero a ver la Capilla de los Osos, o capilla de los huesos. Se trata de una extraña costumbre que tenían los monjes franciscanos del siglo XVI, quienes revestían las paredes de la capilla con los huesos de cinco mil esqueletos humanos.
En Évora también tenéis que sacar tiempo para visitar los parques, como por ejemplo el Jardín Público, al sur de San Francisco, desde donde se puede ver la preciosa Galería de las Damas, todo lo que queda del palacio real de la ciudad.
El templo romano casi llena toda una plaza. Catorce columnas, y la mayoría de ellas de los siglos II y III. Son columnas que se hallan entre las más impresionantes de los restos de civilización romana de la Península Ibérica. La gente suele ir de día a verlas, pero nosotros os recomendamos que vayáis de noche.
La Praça do Giraldo es el centro social de Évora, llena de tiendas y cafés que están llenos tanto de día como de noche. Tenéis que echar un vistazo a la plaza y a las calles de los alrededores, con sus restaurantes, especialmente los que se hallan a lo largo de la Rua Joao de Deus. En esta calle os recomendamos O Antao, que sirve especialidades del Alentejo, como la perdiz o el conejo, en un ambiente muy cálido y acogedor.
En la Rua 5 de Outubre hay también varios restaurantes, principalmente la Cozinha Alentejana, que sirve platos populares bien preparados y a precios muy razonables.
Las altas murallas blancas que rodean completamente Évora son uno de sus grandes atractivos. Tenéis que tenerlas en cuenta, porque cuando reservéis un hotel en Évora, debéis preguntar porqué puerta de las murallas debéis acceder a él. Si se os olvida, o no lo sabéis, a lo mejor tenéis que dar un rodeo bastante grande, sobre todo si váis a pie.
Algunos de los hoteles se hallan fuera de la zona amurallada, como por ejemplo el Ibis y el Hotel Dom Fernando, en la carretera de circunvalación que rodea las murallas. Ambos son muy modernos, con todas las comodidades, incluyendo un restaurante. Dentro de las murallas os aconsejamos el Solar de Monfalim, en Largo da Misericordia, restaurado recientemente, con un maravilloso patio en la segunda planta.
Foto 1 Vía Bugbog
Foto 2 Vía Cclusofono