He tenido la oportunidad de visitar Bilbao en dos ocasiones. Una primera vez cuando era pequeño, con mis padres, y la siguiente hace apenas unos meses. De esta última recuerdo especialmente que aquella Bilbao que me encontré en mi niñez no tiene absolutamente nada que ver con la actual. La aprecié mucho más dinámica e íntima, más cercana y, sobre todo, mucho más turística y cultural. El gran empujón que sufrió en 1997 con la llegada del Museo Guggenheim se nota, y mucho.
Este gran espacio se ha convertido en todo un referente cultural, artístico y turístico de Bilbao. Inaugurado el 18 de octubre de 1997, y diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Gehry, su imagen es hoy una de las siluetas más simbólicas de la capital del Botxo. No hay turista que vaya a Bilbao que no se lleve una fotografía de su fachada o visite su interior, que siempre suele albergar algunas de las mejores exposiciones que se pueden ver en la actualidad.
Precisamente durante estas fechas se pueden contemplar dos grandes exposiciones de gran reconocimiento internacional. Una de ellas está dedicada al artista austriaco Egon Schiele, que permanecerá abierta hasta el próximo 6 de enero del 2013, y la segunda corresponde a la exposición de Claes Oldenburg, un referente del movimiento americano del Pop Art, que podemos ver hasta el 17 de febrero del 2013.
Egon Schiele fue uno de los artistas más significativos del siglo XX. En la exposición del Museo Guggenheim apreciaremos su obra a través de un centenar de dibujos, gouaches, acuarelas y fotografías, procedentes del famoso Museo Albertina de Viena. Hay que tener en cuenta que Schiele falleció con apenas 28 años, de ahí que su obra se condense bastante. Aún así ofrece una gran visión de sus estudios en la Academia de Viena y la obra gráfica bajo la influencia de Klimt o el Modernismo.
La exposición de Claes Oldenburg es la más amplia ofrecida hasta ahora dedicada a su obra temprana en la década de los sesenta del siglo XX. Oldenburg está considerado uno de los artistas más fundamentales dentro del mundo de la performance, el arte de la instalación y el arte pop en general. El desarrollo del arte de este artista sueco ha sido crucial, especialmente durante los años 50 y 60 del siglo pasado.
Estas dos exposiciones apenas son dos excusas más para visitar Bilbao y el Museo Guggenheim. El gran referente cultural de la ciudad vasca os espera para mostraros una capital completamente distinta. Nada que ver con la Bilbao de hace unos años.