A veces te encuentras pequeñas joyas turísticas donde menos te lo esperas. Sobre todo si estás acostumbrado a moverte por los destinos de siempre y no te has lanzado a la aventura de experimentar nuevas sensaciones viajeras. Hoy precisamente os proponemos una, la que nos lleva hasta Sarlat, una pequeña ciudad francesa en el departamento de Dordoña, 200 kilómetros al este de Burdeos.
Una ciudad típicamente medieval y en donde los gansos tienen un protagonismo un tanto especial, como ahora veremos. No cuenta con más de once mil habitantes, lo que nos lleva por tanto hasta un pueblo pequeño y con encanto. Uno de esos rincones que gustas de saborear hasta el más mínimo detalle, de ahí que sea más que imprescindible traer vuestra cámara de fotos e inmortalizar un lugar único en el corazón de Francia. Luego al llegar a casa descubres el porqué. Podéis ver más cámaras aquí.
Sarlat ofrece un centro histórico de calles estrechas y empedradas, caminos que se entrecruzan en plazas recoletas. Se respira en ellas un carácter tranquilo y medieval. Tal vez sólo se tornan más bulliciosas los miércoles y los sábados, cuando se lleva a cabo el mercadillo de la Plaza de la Libertad. En él se colocan diversos puestos con los productos más típicos de la zona, sobre todo fresas, quesos, tomates y vinos.
Es precisamente el Mercado de los Gansos, que se celebra todos los sábados entre los meses de marzo y diciembre, el motivo por el cual este pueblo está tan relacionado con estos animales. En él vais a poder probar algunos de los mejores patés de foie de Francia. Muchos de ellos se pueden degustar en los restaurantes del pueblo.
Un destino ideal también para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. A seis kilómetros se halla el río Dordoña, en el que se puede practicar piragüismo. Alrededor del mismo se levantan grandes acantilados de piedra caliza que son objetivo de los aficionados a la escalada y la espeleología. Hay cuevas y grutas, rutas de senderismo para ir a pie o en bicicleta y pequeños castillos y villas en los alrededores para hacer diferentes excursiones.
Sarlat es un pueblo alejado de las principales multitudes (Burdeos y Toulouse están a dos horas en coche). A pesar de ser un destino de fin de semana muy conocido entre los franceses, aún no ha dado el salto definitivo al turismo extranjero. Aprovechad la oportunidad e impregnaros de su encanto.
Foto Vía Maximum Adventure