Estábamos en Copenhague y desde la Oficina de Turismo nos recomendaron tomar un tren hasta Roskilde. En realidad se trata de una pequeña ciudad, pero que tal vez alberga lo mejor de la historia danesa. Llegaréis en apenas media hora, así que es una excursión perfecta si tenéis pensado viajar a Copenhague.
Precisamente, nada más llegar os encontraréis con la estación de tren más antigua de Dinamarca. Por algo Roskilde fue la primera capital del país y el primer lugar en el que entró el cristianismo en suelo danés.
El centro histórico de Roskilde es muy agradable de visitar. Empezando por ver las Three Handsome Pitcher, y continuando la ruta por Hestebronden, recuerdo de cuando esta zona se usaba para carga y descarga del ganado. No puede faltar en nuestro recorrido Skomagergade, la principal calle peatonal, llena de tiendas.
Muy cerca de aquí se halla la Domkirke, la principal iglesia de Roskilde. Comenzó a construirse en madera, en el siglo X, aunque la que vemos hoy en día data de finales del siglo XIII. Dentro de la iglesia veréis sus detalles románicos y góticos, y algunos cambios introducidos durante la Reforma luterana, como la exclusión de los altares.
Esta Catedral de Roskilde, que por cierto es Patrimonio de la Humanidad, alberga los restos de todos los reyes daneses desde el siglo XV hasta la actualidad. Domina el centro de la ciudad, y sus torres pueden ser vistas desde cualquier punto de Roskilde. Visitas imprescindibles al interior de esta iglesia son las tumbas reales, el altar, el órgano y el reloj.
La siguiente visita que realizamos en Roskilde es al Museo Vikingo, situado a orillas del fiordo, en una situación escénica privilegiada. Desde la catedral hasta el museo hay un paseo muy agradable a través del Byparken. Ya a la entrada del museo veremos una magnífica réplica de una nave vikinga, el Sea Stallion. Dentro nos contarán con detalle la historia de este pueblo guerrero.
La parte más impresionante de este museo es la sala donde se encuentran los barcos vikingos. Antes de ir al embarcadero resultará interesante ver un documental donde se nos narra cómo construían estos barcos. Luego tendremos la oportunidad de subir a uno de estos barcos vikingos, algo que no se suele disfrutar ni mucho menos todos los días.
Una vez fuera del museo fijaros en las vistas que desde allí tendréis de la Catedral de Roskilde. Esta ciudad sencillamente resulta una de las mejores visitas que se pueden hacer en Dinamarca. Si tenéis ocasión, acercaros a ella a finales de junio, cuando se celebra el conocido Festival de Música de Roskilde.
Foto Vía Copenhague