Lucerna, una elegante ciudad en el centro de Suiza, nos ofrece de todo. Un precioso y famosísimo lago, sus picos nevados y sus torres que bien podrían formar parte de algún cuento de hadas o sus puentes de madera. Lucerna es una ciudad medieval, calles y plazas empedradas con antiguos edificios, en combinación con otros más modernos que la hacen una de las más maravillosas del país.
Lucerna es un lugar especial para poder pasar un fin de semana de lujo entre montañas y lagos. Tiene restaurantes de calidad suficiente como para complacer a los turistas más exigentes, unas tiendas magníficas y una fantástica vida nocturna. Moverse por la ciudad es fácil, y podemos tomar un tren que va directamente hasta el lago.
El lago es una excursión muy recomendada. Además de la belleza de sus aguas, el trayecto en tren hasta él muestra un paisaje realmente deslumbrante.
Lucerna tiene muchos lugares dignos de ser fotografiados, como la Capilla del Puente o la Torre del Agua que, originalmente, formaba parte de las fortificaciones de la ciudad. El paseo a través del puente es un magnífico lugar para pararnos a tomar un vaso de vino o un café. Después podemos acercarnos al centro histórico, y recorrer sus calles empedradas, rodeadas de casas históricas.
Después pasearemos alrededor de la orilla del lago, contemplando una de las iglesias renacentistas más importantes de Suiza, la Hofkirche, no muy lejos del famoso Monumento al León. Este léon conmemora desde 1823 la muerte de 700 mercenarios muertos en París durante la revolución francesa de 1799. Hoy en día el lugar del león de Lucerna es un rincón perfecto para pasear y descansar.
Otro edificio interesante en Lucerna es el Centro de Cultura y Conferencias, un monumental lugar de vidrio y acero que parece flotar sobre el lago. Alberga galerías, restaurantes y una magnífica sala de conciertos. Aquí es donde tienen lugar los mayores eventos y festivales de la ciudad.
Hablando de eventos, Lucerna suele acoger grandes festivales internacionales de música clásica y contemporánea. Durante los meses de agosto y septiembre se celebran más de 30 conciertos sinfónicos y hasta otros 60 eventos. Además de la música y el teatro, Lucerna tiene espléndidas galerías de arte, como el Museo Picasso, el Museo de Arte, el Museo Wagner y el Museo del Transporte.
Una de las excursiones más maravillosas es la subida al Monte Pilatus, a través del tren cremallera. El paisaje de los alrededores está salpicado de casitas de madera con geranios, y muchas vacas pastando, que proporcionan la leche para el exquisito chocolate suizo.
Desde aquí podemos terminar ascendiendo a la estación alpina de Engelberg o a la impresionante cumbre nevada de Titlis. Lucerna es realmente maravillosa. Vale la pena viajar hasta allí, sobre todo en esta época, cuando la blancura de la nieve cubre la ciudad con un manto único y especial.
Foto 1: Fuente Ojo Digital
Foto 2: Fuente Flickr