Un viaje a Grecia es una actividad que todos deberíamos hacer, tarde o temprano, sobre todo si somos amantes de la historia, del arte y de la cultura. Pese a que los destinos más populares en el país heleno siempre se sitúan en torno a Atenas y su increíble patrimonio artístico o en las islas del Egeo, muy populares entre los que disfrutan del mar, el sol y sus magníficas playas, Grecia cuenta con otros muchos atractivos, como por ejemplo la ciudad macedonia de Salónica (o Tesalónica).
Esta localidad, la segunda en número de habitantes después de la capital y ubicada en la región de Macedonia Central, es uno de los puertos más importantes del país y ofrece al visitante, además de un interés turístico y cultural enorme, todo lo que podríamos esperar de una gran metrópolis de más de un millón de habitantes. El paso de diferentes civilizaciones por la región ha dejado una marca indeleble en sus monumentos, sitios arqueológicos y personalidad, ya que por aquí han pasado también romanos, bizantinos, eslavos, normandos y otomanos, hasta su actual estatus dentro de la república griega.
Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, fundamentalmente gracias a sus monumentos paleocristianos y bizantinos, y Capital Europea de la Cultura en 1997, hoy en día la ciudad presenta al visitante un amplio recorrido turístico que cuenta con puntos como la Torre Blanca (Lefkos Pyrgos), símbolo de Tesalónica; el Arco de Galerio o el Agios Georgios, del s. IV, y sus preciosos mosaicos. No puede faltar una visita a su Museo Arqueológico y al Museo de la Cultura Bizantina.
La civilización otomana ha dejado joyas como el Bey Haman, la Hamza Bey Dazmí (mezquita) o el Bezasten, aunque lo más destacado son sus iglesias y monasterios paleocristianos y bizantinos, como Agia Sofía, Agios Dimitrios, Dódeka Apóstoli, Agía Ekaterini o el Monasterio de Vlatadon, desde cuyos jardines podemos admirar una espectacular vista sobre la ciudad.
Foto: Tony Bowden