Cuenta la leyenda que dos seres míticos afloraron de las profundas aguas azules del lago Titicaca, Manco Capac y Mama Ocllo, con la única misión de fundar el Tawantinsuyo o Imperio de los Incas. Así empieza la historia y cosmovisión del hombre andino, siempre con la presencia del Lago Titicaca y es que sin él sencillamente, la vida no sería soportable en esta zona del Altiplano.
En primer lugar, este lago se situa a los 3,809 msnm por lo que dicha altura lo convierte en el lago navegable más alto del mundo. Así, dos países comparten su soberanía, Perú y Bolivia, los cuales han visto cómo diferentes civilizaciones han podido sobrevivir a lo largo de su historia al borde de él, y de hecho, esto ha sido posible debido a que sus aguas sirven a manera de calefacción para cualquiera que viva en dicha zona ya que durante el día pueden captar los rayos del sol, los mismos que se eliminan durante la noche
De otro lado, no se puede hablar de este lago sin comentar sobre la totora, una planta que ha crecido por miles de años en sus aguas y que ha sido la compañera de los habitantes andinos. Y es que con la fibra seca de esta planta se pueden elaborar muchos aparatos útiles para la vida a dicha altitud, por ejemplo, embarcaciones y viviendas son hechas por los Uros, usando esta planta. Así, estos habitantes que por siglos han vivido en este lago, fabrican sus propias islas con totora, es decir islas flotantes
Para llegar al lago a través de Perú, lo primero es llegar a Puno a través de cualquier vuelo comercial o también a través de la ruta terrestre, lo cual desde Lima, te podría llevar unas 22 a 24 horas.
No dejes de visitar: Taquile, las islas flotantes de los Uros, Copacabana y Sillustani.
Foto 1: LakeTititcaca.org
Foto 2: Flickr