Rávena, la ciudad de los mosaicos en Italia

Ravena

Aún los expertos no se han aventurado a situar con exactitud los orígenes de Rávena. Una ciudad a la que le auguran al menos tres mil años de historia y por la que han pasado innumerables pueblos y civilizaciones. Hoy es famosa por sus monumentos bizantinos y paleocristianos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, y por ser el lugar en el que se halla enterrado Dante Alighieri, el creador de la Divina Comedia.

Situada en la provincia de la Emilia Romaña, a ochenta kilómetros de Bolonia, Rávena destila un aura antiguo que le confiere un encanto particular. Para llegar a ella podéis reservar con Costa Cruceros algunos de los viajes que os llevan en barco hasta aquí. Descubriréis un enclave mágico en el que sus viejos restos cobran un inusitado protagonismo. Arte, historia y cultura se encuentran aquí repartidos por doquier.

Hay que decir que Rávena fue la capital del imperio romano entre los siglos V y VIII y capital del imperio bizantino en Europa. De ahí precisamente le viene su fama y el gran interés de los monumentos de la época. Conocida como la ciudad del mosaico, nada mejor que callejear por el centro histórico para ir descubriendo cada uno de sus monumentos.

Empezando por la Iglesia de San Juan Evangelista, una de las más antiguas de la ciudad aunque reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial, y continuando por la Tumba de Dante, situada en el centro histórico y uno de los rincones más visitados de Rávena. Detrás de la tumba se halla el Convento de San Francisco y la plaza del mismo nombre, y muy cerca de allí el Domo del siglo XVIII y el Museo Arzobispal.

Desde el punto de vista cultural habría que visitar el Museo de Arte de Rávena y el Museo Nacional, con importantes restos de la época romana y bizantina. Porque es precisamente la época bizantina la que le ha dado esplendor y notoriedad a esta ciudad con algunos edificios que suponen su inclusión en la lista de Patrimonios de la Humanidad.

Entre ellos hay que citar la Iglesia de San Vital del siglo V y sus mosaicos de los años 520-550; el Mausoleo de Gala Placidia también del siglo V; la Iglesia de San Apolinar Nuevo, erigida por Teodorico en el siglo VI; el Mausoleo de Teodorico, construida por el propio rey para albergar su sepulcro; y San Apolinar in Classe, uno de los pocos restos que se conservan de la ciudad de Classe, el antiguo puerto de Rávena.

Nada más llegar hasta aquí os daréis cuenta que estamos frente a una de las ciudades de mayor esplendor de Italia. Los restos paleocristianos y bizantinos son de incalculable valor. El aura antiguo y nostálgico que desprenden sus piedra os embaucará.

Foto Vía Paradise in the World