Las Islas Baleares descubren un mundo de ocio y cultural realmente pasionante. El turismo es uno de sus recursos económicos, ya que a las islas llegan visitantes de todas las partes, especialmente del centro y norte de Europa que ya residen todo el año.
Mallorca es la isla más habitable y concurrida. El Puerto, las fiestas en las embarcaciones, el castillo y edificios señoriales y con personalidad marcan este valorado tesoro. Un lugar que no puedes perderte si quieres relax y diversión a la vez, donde reservar en los mejores hoteles en Mallorca a pie de playa o del paseo marítimo.
La capital, Palma de Mallorca, es un conglomerado de cultura, presidada por la catedral, de importante estilo gótico a pie junto al mar desde la que ver impresionantes vistas a la había de Palma, los barcos y la ciudad.
El famoso Castillo de Bellver representa un gótico particular, construido entre los años 1300 y 1310. Llama la atención porque es uno de los pocos que exiten de planta circular, con tres torres semicirculares adosadas. Los edificios señoriales de la antigua burguesía dominan en el paseo marítimo. Así, la lonja es claro exponente del gótico civil catalán, que cuenta con muchos ornamentos, como obras escultóricas, patios centrales… y actualmente, alberga algunas exposiciones temporales.
También son destacables los palacios, como el de la Almudaina. Es un monumento de origen romano, que sirvió de residencia a los valíes musulmanes. De esta manera, goza de varios estilos y arquitectura en diferentes estancias, como la Capilla de Santa Anna, entre otros.
Sus casco antiguo, por las calles laterales de la catedral podemos perdernos con el fin de conseguir alguna artesanía típica balear, ya que es una zona donde confluyen varias tiendas. Al lado, los bares y restaurantes son los protagonistas, ideales para cenar al aire libre, tras las visita a estos monumentos.
Foto: jaumemeneses