No nos vamos hoy muy lejos de Palma de Mallorca. Es más, cada vez conozco más gente de la capital de la isla que se marcha a vivir a Santa María del Camí, a solo 20 kilómetros de Palma. Un pueblo muy tranquilo y apacible, en comparación con el bullicio que se forma en la ciudad, especialmente durante la temporada estival.
Cuenta con algo más de seis mil habitantes, y es la excursión por la que hoy nos decantamos en nuestros viajes Mallorca. Esta población pertenece a la comarca del Raiguer, y aparece rodeada por grandes extensiones de cultivo. No en vano a Santa María del Camí se la conoce en la isla por su excelente vino, algo que no podemos dejar de probar en sus bares y tabernas.
Podemos dar un pequeño paseo por su centro histórico. Sobresaliendo de los tejados de sus casas aparece la silueta de la iglesia parroquial, construida en el siglo XVIII, el principal monumento de la población. Fijaros precisamente en el campanario, rematado con una azulejería azul. De este casco viejo habría que destacar también el edificio del Ayuntamiento, la Casa de la Vila, erigido en el siglo XVII, y el Convento de los Mínims, situado en la zona de Els Hostals.
Realmente no tiene mucho más en cuanto a monumentos Santa María del Camí. Su encanto radica precisamente en la tranquilidad de su aspecto, el carácter de sus gentes y en la oportunidad de escapar un poco del bullicio de otras ciudades vecinas.
Eso sí, a Santa María del Camí se la conoce especialmente en cuanto a la fabricación de la roba de llengues, uno de los productos más turísticos de la artesanía textil mallorquina. Se trata de un patrón en zizag, con el mismo dibujo por ambas caras, que aparece sobre todo en cortinas, colchas y todo tipo de tapicería. En los mercadillos de los domingos podéis encontrar este y otros tipos de telas.
Al fondo de Santa María del Camí se atisban ya las estribaciones de la Serra de Tramuntana, lo que indica que desde aquí pueden organizarse perfectamente diferentes actividades de senderismo, rutas en bicicleta y otras actividades al aire libre.
No se puede decir que Santa María del Camí sea un destino preferente para los turistas, especialmente los que vienen a Mallorca buscando el sol y la playa. Os lo recomendaría más bien como pequeña excursión alternativa, una escapada para pasar un rato agradable y degustar la gastronomía local acompañada de un buen vino de la tierra.
Foto Vía See Mallorca
