Palacio de Villena, en Valladolid

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Amplísimo es el patrimonio arquitectónico y artístico que posee la ciudad de Valladolid. De ahí que cualquier turista que visite por primera vez la misma tenga por delante una ardua tarea si quiere conocer a fondo el mismo.

No obstante, existen diversos monumentos que son especialmente importantes y que, por tanto, no hay que dejar escapar la oportunidad de visitarlos. Y es ahí donde se incluye la edificación que ahora queremos darte a conocer: el Palacio de Villena.

Palacio del Marqués de Villena es como también se conoce a dicha construcción que data del siglo XVI. Concretamente fue en la primera mitad del mismo cuando se iniciaron las obras de puesta en pie de aquella, después de que así lo ordenara el matrimonio formado por Antonio Velasco y Francisca de Silva.

Un proyecto aquel que se encomendó al maestro arquitecto local Francisco de Salamanca, uno de los preferidos por el rey Felipe II y que es conocido por haber sido el encargado de acometer la creación de la propia Plaza Mayor de Valladolid.

De marcado estilo renacentista es el Palacio de Villena que cuenta con una serie de elementos y de estancias de gran valor que han conseguido sobrevivir al paso del tiempo. Este sería el caso, por ejemplo, de su bello patio, con columnas jónicas, o de su artesonado, una auténtica joya especialmente relevante en la escalera principal.

La fachada, el claustro o el zaguán son igualmente otros de los espacios más significativos de esta construcción palaciega, en la que residió temporalmente el rey Carlos I, que en la actualidad se integra dentro de lo que sería el Museo Nacional Colegio de San Gregorio.