Merano, una experiencia diferente en Italia

 Merano

Muchos piensan que viajar a Italia significa hacer exclusivamente recorridos por museos, iglesias y palacios. ¿No pensáis que Italia pueda tener algo más que ofrecernos?. Hoy os voy a poner un sólo ejemplo, con el que nos sobrará y bastará. Os hablamos de Merano, en la región italiana del Trentino, un lugar que fue de dominio austríaco hasta 1918. Sin ir más lejos, la lengua aquí sigue siendo la alemana, así como la influencia en muchos de sus aspectos, como la cocina.

La ciudad está protegida por una serie de cordilleras que alcanzan una altura de casi 3000 metros. Esto crea un microclima suave que proporciona que los veranos no sean demasiado calurosos, mientras que las temperaturas invernales se mantienen casi siempre por encima de los cero grados, incluso cuando las montañas que nos rodean se cubren de nieve.

Uno de los distintivos de Merano son sus famosos tratamientos de spa, a los que solía acudir la nobleza austríaca. Si llegáis hasta aquí no podéis por menos que saborear el lujo de los tratamientos de hidroterapia o baños termales, uno de los más selectos de toda Europa.

Hay dos parques nacionales cerca de Merano para aquellos que busquen una experiencia un poco más activa que los tratamientos de spa. Uno de ellos es el Parque Nacional del Stelvio, justo al oeste de la ciudad, un gran complejo de montañas rocosas y picos nevados. Las oficinas del parque ofrecen mapas y listas de alojamientos donde los excursionistas pueden pasar la noche dentro del parque.

El segundo de ellos es el Parque Nacional de Tessa, que rodea a Merano con prados alpinos y bosques en pendiente. Los excursionistas podéis cruzar el parque en una ruta que dura unos dos días. Hay restaurantes y alojamientos en el trayecto.

 El río Passer por Merano

Si os interesa más de un paseo, Merano ofrece dos paseos escénicos a través de la ribera del río Passer que atraviesa la ciudad, la Passegiatta d’Estate, que tiene lugar en verano y nos lleva hacia el norte, y el Paseo de Invierno, que nos lleva hasta el sur. Estos paseos nos conducen desde el corazón de Merano hasta las afueras de la ciudad. En las afueras enlazaremos con el Paseo Tappeiner, catalogado como el mejor paseo por los Alpes. Nos llevará desde el centro de la ciudad hasta las estribaciones del Monte Benedetto.

Una visita a Merano no estaría completa sin explorar la historia de esta noble ciudad. Muchos castillos que permanecen alrededor de Merano son de propiedad privada, y sus propietarios continúan viviendo en ellos. Sin embargo, hay dos que no debemos perdernos, el del Tirolo y el castillo Fontana.

Los condes de Venosta gobernaron desde el castillo Tirolo, una fortaleza medieval, en buena parte de los siglos XIII y XIV. Hoy en día el castillo aloja el Museo de la Historia y la Cultura. La zona que comprende el museo arqueológico ofrece una visión global de los primeros colonos de Merano, allá por el siglo VII a.C. La fachada principal del castillo, construida alrdededor del 1100, sigue siendo una de las más antiguas y mejores conservadas. En su interior se pueden ver frescos del siglo XIII, o las más antiguas vidrieras de la zona.

El castillo de Fontana se encuentra en una colina entre Merano y el castillo de Tirolo. Esta fortaleza data de los años 1241 a 1253. A principios del siglo XX fue restaurado y hoy alberga el Museo Agrícola del Tirol del Sur.

Merano es una elegante ciudad histórica. Debido a su inusual situación geográfica y a las aguas de sus manantiales, puede ofrecernos algo muy interesante. En ella podéis romper con la norma de las típicas ciudades italianas, y pasar unos días de relajación y senderismos. Vale la pena, os lo aseguro.

Foto 1: Fuente Qviaggi

Foto 2: Fuente Flickr