Los apasionados del arte y de la historia encontrarán en Atenas el destino ideal para sus vacaciones y es que esta ciudad es una de las más antiguas del mundo, tiene más de tres mil siglos de vida, lo que hace que cuente con un interesante patrimonio formado por auténticas maravillas.
Sin lugar a dudas, el símbolo de esta urbe helénica no es otro que el Partenón. En el periodo comprendido entre los años 447 a.C y 432 a.C fue cuando se procedió a la construcción de este templo que tiene el privilegio de ser uno de los mejores de estilo dórico que existen en todo el mundo.
El gran Pericles fue cuando inició la edificación de aquel que está dedicado a la diosa Atenea y que se caracteriza por sus columnas de más de diez metros de altura y por sus metopas, donde se representan tanto la guerra de Troya como a figuras relevantes como las amazonas o los gigantes.
Dentro de la Acrópolis, sita en una cima a más de 150 metros sobre el nivel del mar, es donde se encuentra situado dicho monumento. Pero no es el único pues junto a él existen otras maravillas patrimoniales como sería el caso del Templo de Atenea Niké. De estilo jónico es este que fue realizado por Calícrates y que pretendía ejercer como símbolo para conmemorar la victoria de los griegos sobre los persas en la conocida Batalla de Salamina.
Otra de las joyas que encontraran los turistas que paseen por esta zona de Atenas es Erecteión, un templo jónico realizado por Filocles en el periodo comprendido entre los años 421 a.C y 406 a.C. Esta construcción se levantó en honor de Erecteo, Poseidón y Atenea Polias.
El Propileo y el Museo son otros de los monumentos que pueden admirarse en la Acrópolis aunque existen otros muchos a lo largo de la ciudad tales como el Ágora antigua, el Templo de Zeus Olímpico, el Puerto de El Pireo o la Academia de Platón.