El Partenón es sin duda uno de los vestigios de la Europa Occidental más importantes que aún, más de dos mil años después, sigue en pie. Se caracteriza sobre todo por sus esculturas, de las cuales hoy hablamos planteando una posible visita que tenga como destino uno de los vuelos Atenas.
La fama de las esculturas del Partenón no es para menos, representan el genio estético del arte clásico griego y son el resultado artístico más alto que ha conseguido la humanidad en sus largos años de historia. El escultor Fidias decoró de forma profusa y sublime el templo con sus esculturas y relieves donde podremos ver representadas momentos de la mitología griega y la procesión de las Panateneas.
Además, podemos imaginarnos que el espectacular colorido que en su tiempo tuvo el templo. Los triglifos estaban pintados de un hermoso azul y blanco, con el fondo de los tímpanos de azul brillante y el fondo de las metopas y el friso en rojo. A las figuras se les solían pintar los ojos y el cabello y algunos elementos relucían por ser de metal. Así, el conjunto escultórico del Partenón se compone de varios espacios.
Por un lado se encuentra la gran estatua Crisoelefantina de Atenea, de oro y marfil y se alojaba en la cella del templo. Se trata de una estatua que tenía 12 metros de altura y representaba a la diosa armada y sosteniendo en su mano derecha una Niké de marfil de dos metros de altura.
Otro conjunto que podemos ver son los altorrelieves de las metopas, que situándose en el friso exterior, originalmente existieron hasta 92 metopas, todas ellas separadas unas de otras por triglifos. En cada una de las fachadas menores había catorce metopas y en los lados 32 en cada uno de los lados.
Las esculturas de los tímpanos se situaban en las fachadas este y oeste rellenando los espacios triangulares dentro del frontón. Cada tímpano estaba decorado con una escena mitológica y las figuras son de tamaño real. El del este representa el nacimiento de Atenea y el del oeste la disputa entre Atenea y Poseidon por el patrocinio de la ciudad.
Por último, los bajorrelieves del friso interior constituyen la novedad más espectacular del lugar pues el interior no se había decorado anteriormente. Fidias representó la procesión de las Panateneas en el interior.
Foto Vía: Kallistos