La mayoría de los turistas viajan a Quebec, en Canadá, para experimentar la cultura francesa y su cocina, pero pocos conocen el pasado oculto de esta ciudad. En cuanto cae la noche y la mayoría de estos visitantes comparten los recuerdos del día en alguno de sus bares, comienza una de sus visitas más apasionantes. El Ghost Tours Quebec, la Ruta de los Fantasmas, ofrece una visita a la ciudad como ninguna otra. Las historias se sucederán entre la maraña de sus intrincadas callejuelas.
Perfecta para una noche de verano o en la fiesta de Halloween, este tour nos evocará la mayor parte de los acontecimientos históricos de esta ciudad, acercándonos a su misterio y a su encanto. La Ruta de los Fantasmas se inicia en la Plaza Real, una encantadora plaza bordeada por la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, muy popular entre los habitantes de Quebec para casarse en verano. Si bien es el lugar elegido para hacerse las primeras fotos de novios, pocos saben que en esta iglesia tuvo lugar la primera ejecución en Canadá, unas niñas de 15 años condenadas por robo.
Desde la Plaza Real, los visitantes, guiados por las luces de las velas, llegan hasta el puerto principal. Hoy en día es un hermoso puerto a orillas del río San Lorenzo y un lugar perfecto para pasear los turistas. Pero en este muelle se hundió, hace ya bastantes años, el Empress of Ireland. La guía nos muestra las frías y oscuras aguas en las que se convirtieron el hundimiento de este barco, en el que perecieron cientos de personas.
Tras el puerto nos adentramos ahora en el Museo de la Civilización, el más impresionante y majestuoso museo de la ciudad de Quebec. Pero en un pasado no muy lejano, en el mismo lugar donde se sitúa este museo, tuvo lugar un horrible episodio en 1796 que agitó la vida de los habitantes de la ciudad durante años.
En la primavera de ese año, cuando los británicos habían tomado algunas colonias de la Nueva Francia, el país francés se encontraba en medio de su revolución y los Estados Unidos habían terminado la suya. En medio de una gran sensación de pánico, los británicos comenzaron la caza de espías. El Gobierno alentó a los ciudadanos a encontrar e informar de los intrusos.
Uno de los ejecutados fue un tal David McLean, colgado y decapitado, siendo enterrado su cuerpo en el terreno que hoy ocupa el Museo de la Civilización.
La Ruta concluye en la Catedral de la Santísima Trinidad, una exquisita catedral anglicana, la primera construida fuera de las islas británicas. Concluida en 1804, esta catedral cuenta con un magnífico patio adyacente, abierto hacia el Castillo de Frontenac. La historia cuenta que en este patio, una monja enterró vivo a un hijo suyo, aunque nunca se supo la historia real.
Nada más hacer esta ruta, la ciudad amurallada de Québec no os parecerá de nuevo la misma…
Foto 1: Fuente Slesinsky
Foto 2: Fuente Whitechapelbellfoundry