La Florencia de los Medici

Patio del Palacio de los Medici

La gran familia de los Medici siempre ha tenido una relación muy estrecha con Florencia durante tres siglos. Ellos influyeron en la ciudad y fueron influenciados por ella. Cósimo el Viejo celebró innumerables fiestas, tanto públicas como privadas, en Florencia. Lo mismo hizo su nieto Lorenzo, llamado el Magnífico. Los Medici manejaban importantes asuntos financieros, tanto con la Iglesia como con los demás comerciantes.

Sin duda fueron una de las familias más notables de la historia. Llegaron al papado, al trono de Francia, apadrinaron a numerosos artistas, promovieron y desarrollaron los trabajos científicos. Hicieron de Florencia la capital de un rico y poderoso principado en el mundo entero.

Un itinerario de los Medici no puede sino comenzar desde el Palacio Medici, construido en 1444 por Cósimo el Viejo. En el patio renacentista se puede ver el escudo de armas de los Medici, y en el primer piso la pequeña, pero bellísimamente decorada, capilla donde Lorenzo el Magnífico hizo fuerte a su familia. Cuando el Palacio fue vendido a la familia Riccardi se pintó una Alegoría de los Medici en la galería del siglo XVII.

Casi frente al Palacio se erige la Iglesia de San Lorenzo, que contiene las tumbas de algunos Medici, los que murieron hasta 1737, enterrados en la antigua y nueva sacristía, así como en la capilla de los Príncipes. Pasando por el claustro se puede visitar la Biblioteca Laurentina, con preciosos libros y manuscritos recogidos por Cósimo y su hijo Piero. Ellos generosamente habían encargado las obras de arte en los conventos de la Santissima Anunziata y de San Miniato al Monte.

Palacio Vecchio

En la cercana Plaza de la Signoria se levanta el Palacio Vecchio, uno de los ejemplos del poder de la familia. Las esculturas en la plaza hacen hincapié en el poderío de los Medici: el monumento ecuestre de Cósimo, el Perseo de Cellini, o por ejemplo la violación de la Sabina. Además, en el patio y el interior del palacio el visitante puede apreciar los efectos de belleza buscados por el propio Cósimo y su esposa Eleonora de Toledo.

Giorgio Vasari y sus ayudantes transformaron el antiguo palacio del régimen republicano en un gran palacio ducal, ricamente decorado con pinturas y esculturas. En 1560, los Uffizi quisieron emular a los Medici con la construcción del Palacio Pitti.

El Palacio Pitti se convirtió en uno de los lugares con la mejor colección de arte del mundo. En este palacio y en los jardines Boboli, diseñado por Tribolo en 1550, vivieron los Medici como soberanos, entre la enorme calidad de sus obras de arte.

Al menos, uno de todos estos monumentos debe ser visitado para conocer en realidad la vida y la influencia que los Medici ejercieron en la ciudad de Florencia. El esplendor y el gusto de esta prole para con el arte y el buen gusto convirtieron a Florencia en lo que es hoy, un auténtico placer para los sentidos.