La Catedral Metropolitana, principal símbolo religioso de Buenos Aires

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Buenos Aires es una ciudad llena de monumentos y de rincones de gran interés artístico que hay que visitar si se disfruta de una estancia en la misma, pues permitirán descubrir la historia y la esencia de la capital argentina. Entre todos aquellos destacaríamos uno especialmente: la Catedral Metropolitana que tiene el honor de ser el templo católico más importante de la población.

En el afamado Barrio de San Nicolás, concretamente frente a la Plaza de Mayo, es donde se encuentra situada esta construcción religiosa de estilo neoclásico que tiene su origen en el año 1580  y más concretamente en el 11 de junio pues fue cuando el conquistador Juan de Garay llegó a dicha tierra para fundar Trinidad y consideró oportuno donar unos terrenos para la puesta en pie de una iglesia.

Desde ese momento vivió multitud de vicisitudes con demoliciones y derrumbes incluidos, pero sería en 1754 cuando se iniciaron las obras que dieron lugar a la catedral tal y como hoy puede admirarse.

Su gran voluminosidad es una de las señas de identidad más significativas de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires pero no es la única pues también llama la atención su sorprendente belleza a la que contribuyen especialmente sus mosaicos.

En el interior del templo también encontramos otros elementos que indiscutiblemente merece la pena admirar con mucho detenimiento. Este sería el caso, por ejemplo, de su cúpula que consigue ascender a los 41 metros de altura y del mausoleo realizado en 1880 por Carrier Belleuse y en el que descansa el militar argentino  José de San Martín.

El estilo churrigueresco del altar mayor, la capilla de San Martín de Tours, el mosaico veneciano que posee y las pinturas de Francesco Domenighini son otros de los valores más destacados de este templo de Buenos Aires, que es un auténtico símbolo de la ciudad argentina.