Su entorno natural es mágico, bello y especial. Este es uno de los motivos por los que muchos viajeros deciden alojarse en hoteles en Chiclana a muy buen precio. Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que esta ciudad gaditana también cuenta con un patrimonio arquitectónico y artístico de primer orden.
Por eso, si aún no has tenido la oportunidad de conocer in situ esta urbe andaluza, aquí te damos a conocer algunos de los monumentos más especiales de aquella para que no te los pierdas en tu visita:
Ermita de Santa Ana. En la cima más alta de la población se sitúa este edificio religioso que actualmente es uno de los símbolos de aquella. En el siglo XVIII fue cuando Torcuato Cayón lo erigió y en él llama especialmente la atención una talla del siglo XVII de Domingo Giscardi, además de su singular capilla de forma octogonal.
Casa-Palacio del Conde de Torres. En el siglo XVIII es cuando se construyó esta edificación que recibe su nombre del Conde de Torres, José de Retortillo. La mezcla de estilos barroco y neoclásico es una de las principales señas de identidad que posee la misma que se haya situada en la conocida Plaza del Retortillo.
Iglesia de San Juan Bautista. El templo más importante de Chiclana de la Frontera es este que se puso en pie en el siglo XVIII, sobre una antigua iglesia, y que está considerada la mayor y mejor joya arquitectónica de la arquitectura religiosa del lugar, de ahí que esté catalogada como Bien de Interés Cultural. Entre sus elementos más valiosos destaca un retablo flamenco del siglo XVI y una talla de San Juan Bautista realizada en el siglo XVII por Francesco María Maggio.