Cuando uno tiene la suerte de viajar a Ecuador, no debe perderse visitar el mercado más grande de toda América del Sur. Otavalo es una ciudad pequeña en la sierra ecuatoriana, escondida entre la selva y la costa. La gente en sus calles lleva puesto el traje típico tradicional ecuatoriano, y lo visten con orgullo, saludando a los viajeros, que seguramente habrán llegado a Ecuador en alguno de los vuelos a Quito.
Los hombres usan ponchos de lana de colores y sombreros de fieltro, con largas trenzas oscuras. Mientras que las mujeres se visten de blanco acampanado, con una blusa de encaje y faldas oscuras.
Estos comerciantes venden de todo, pescado recién capturado, mantas de alpaca calientes, pollos vivos o preparados, huevos frescos, duros o revueltos, dulces caseros, jugos de frutas exhuberantes, gran variedad de frijoles, carne de cerdo e incluso especias. Os llamará enormemente la atención el colorido de las telas que venden, además de la artesanía en madera y las tallas de piedra.
Lo mejor es llegar al Mercado de Otavalo bien temprano, incluso si lo vuestro no son las compras. Este mercado es más que una experiencia de salir de compras. Se trata de una experiencia cultural, auténtica y tradicional. Comenzar tomando el desayuno con los lugareños, una oportunidad perfecta para oirlos hablar, ver sus costumbres y probar la cocina local.
Frambuesas frescas y zumos de fresa, huevos revueltos con tomates frescos cortados y trocitos de jamón, bacon y cebolla. Es un típico desayuno en Otavalo. Pastelitos recién sacados del horno… y para comer más tarde, una gran variedad de pescado, pollo, cerdo, ceviche…
Todos estos productos están en el Mercado de Otavalo. Aunque eso sí, no es un mercado para aprensivos. El suelo está manchado y el aire está perfumado con el olor que uno esperaría encontrar en un mercado de pescado y carne. Es parte de la cultura de Otavalo. Si la carne o el pescado no es de vuestro agrado, tomar unas fotografías al menos del lugar.
A la hora de comprar, hay que regatear. No aceptéis nunca el primer precio que os ponen los vendedores, ya que, al ver que sois turistas, os pondrán un precio exagerado. Negociar y regatear, ese es el sistema en Otavalo. Hay tantas mesas de manta de alpaca, pañuelos de colores, tallas de madera que elegir, que si no lográis dar con un precio adecuado con el vendedor, seguro que un poco más allá sí encontraréis y daréis con un precio lógico.
El Mercado de Otavalo en Ecuador es una experiencia cultural que no debéis perderos en el país andino. No es cuestión de ir de compras, es sentir la experiencia de vivir en primera persona el carácter, las costumbres y el colorido de un rincón como Ecuador.
Foto 1 Vía Journey Latinamerica
Foto 2 Vía Ace in Atlanta