El esquí es uno de los atractivos turísticos más importantes de España en invierno. A finales de noviembre o principios de diciembre, junto a las primeras nieves, abren en España un total de veintinueve estaciones de esquí. Puertos y valles cubiertos de nieve, junto a las instalaciones en constante renovación son uno de los reclamos más importantes en lo que al turismo intrapeninsular se refiere.
Las estaciones de esquí en España comparten el privilegio de contar, todas ellas, con excelentes infraestructuras y buenas comunicaciones con las capitales de provincia e incluso con las grandes capitales como Barcelona o Madrid.
Además, su oferta no se ciñe tan sólo a las pistas de esquí sino que los deportistas pueden hacer uso de toda la oferta complementaria que surge en torno a las pistas. La posibilidad de realizar otros deportes como es el caso de los que están en contacto con la naturaleza, rutas culturales, arte e incluso ocio nocturno son parte del turismo del esquí, con el que las estaciones de esquí consiguen atraer un turismo que busca más que hacer deporte.
Así, todas las estaciones de esquí de la península se caracterizan por la excelente ubicación, buenas comunicaciones y servicios de gran calidad. Son instalaciones que se diseñan para satisfacer las exigencias del deportista antes y después de practicar los descensos.
Los aficionados al esquí podrán optar por los diferentes tipos de estaciones que se encuentran en España, podrán elegir por el que más se ajusta a sus preferencias. Por ejemplo, los de mayor dominio esquiable son Baqueira Beret y Sierra Nevada en Andalucía. Otras, que no son tan grandes pero disponen de excelente calidad son Astún, Formigal, Candanchú o Panticosa. El resto se encuentran diseminados por toda la geografía y se tratan de estaciones para los menos exigentes, ideales para largas estancias y para los que se inclinan por combinar el esquí con otras actividades de turismo y ocio.
Foto Vía: pablofausto