Christiania, la ciudad hippie en Copenhague

Christiania

Ubicado en el tranquilo barrio de Christianshavn en Copenhague, nos encontramos con una serie de edificios pintados con bellos colores… y hojas de marihuana. Es la puerta de entrada a la «ciudad libre» de Christiania, un experimento social fundado en la década de 1970 durante el apogeo de la rebelión de la juventud.

En 1971, un grupo de jóvenes idealistas se trasladó a vivir al cuartel del ejército abandonado de Christianshavn, con el fin de formar una nueva comunidad libre. Aquí parece que se practica el amor libre, se experimenta con drogas y otra serie de estilos de vida alternativos, fuera de los límites restrictivos de la sociedad convencional. El gobierno danés, también bajo la influencia de la época, permitió a sus ocupantes a permanecer en el antiguo cuartel, y designó a esta comunidad como un experimento social en el que analizar las nuevas formas de vida comunitaria.

A pesar de los conflictos esporádicos con el gobierno y la desaprobación de algunos segmentos de la población, Christiania siguió creciendo, y en los últimos años se ha convertido en un destino turístico de primer nivel en Copenhague.

Christania probablemente sea conocida sobre todo por su Pusher Street, donde se venden sin problemas la marihuana y el hachís en una serie de cabinas dispuestas a lo largo de la avenida principal. La posibilidad de fumar marihuana sin prohibiciones es quizás la principal atracción de los que visitan Christiania. Pero también hay muchas otras cosas que ver y que hacer.

Christiania tiene una amplia variedad de lugares para comer y beber, además de conciertos e incluso tiendas. La sala de conciertos más conocida es Musikloppen, escenario de grandes bandas de música en los últimos años. El restaurante más famoso es Spiseloppen, que también sirve como sala de exposiciones para los artistas locales. Hay tiendas que venden desde camisetas hasta alimentos ecológicos y artesanía.

Durante la Navidad, Christiania alberga su propio mercadillo navideño, una alternativa curiosa y refrescante a los tradicionales mercadillos navideños. Aquí los visitantes pueden adquirir regalos exóticos y poco comunes. Nada más que por el ambiente, tenéis que visitarlo.

Sin embargo, la Christiania de los últimos años no es ya ni por asomo la de sus comienzos. El ambiente sigue siendo bohemio, pero ya no se vende ni se compra marihuana y hachís tan libremente. Ahora existe incluso presencia policial por sus calles, y quizás el verdadero espíritu hippie se haya marchado un poco.

Sin embargo, en Christiania no circulan los coches, y la mejor manera de visitarla es tomando el metro en el centro de Copenhague, hasta Christianshavn, o tomar el autobús número 66 hasta Prinsessegade.

Foto Vía Greg_e