El Museo Guggenheim de Bilbao ha sido, desde su inauguración en 1997, uno de los principales atractivos y dinamizadores culturales de la capital vizcaína. La llamativa arquitectura de Frank O. Gehry dotó a la ciudad de un auténtico icono que ha servido para abrirse al mundo, en un claro ejemplo de urbanismo bien entendido que ha intentado aplicarse en muchos otros lugares del mundo, no siempre con tan altas cotas de éxito.
Tomar un vuelo a Bilbao es una gran opción en cualquier momento del año gracias a la transformación de la que la ciudad se ha beneficiado en las últimas décadas, pasando a ser uno de los principales destinos turísticos del País Vasco. De esta manera, cada año acuden cientos de miles de visitantes que disfrutan de la renovada cara de sus barrios más céntricos, que se maravillan por la gastronomía local o que aprovechan su visita para descubrir las obras de arte más vanguardistas en esta joya de la arquitectura contemporánea.
Actualmente, la programación del museo ofrece atractivas propuestas temporales, como la exposición «Aprendiendo a través del arte 2012», con una selección de obras de niños de 6 a 12 años (hasta el 30 de septiembre); «David Hockney: una visión más amplia», que presenta trabajos de este destacado paisajista británico realizados entre 1956 y 2000 (hasta el 30 de septiembre); o «El espejo invertido: Arte de las colecciones de la Fundación ‘la Caixa’ y del MACBA»; que lleva fuera de Barcelona algunas de las joyas de estas dos instituciones, entre las más destacadas de Europa en lo que a arte contemporáneo se refiere (hasta el 2 de septiembre)
Tras el verano, la atractiva programación continuará con exposiciones temporales como «Arquitectura Habitada» (desde el 25 de septiembre); otra dedicada al artista Egon Schiele, procedente de los fondos de la Albertina de Viena (desde el 2 de octubre; o la muestra titulada, «Claes Oldenburg. Los años sesenta», organizada en colaboración con el ‘mumok’ de Viena, que constituye la más amplia hasta la fecha centrada en el trabajo de Oldenburg, figura fundamental de la historia del arte.
Foto: Jean-Pierre Dalbéra